Ella emprendió, no una sino tres veces, en los últimos cinco años

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Beatriz Barril, en el rincón que tiene su marca de decoración artesana O Teu Gusto en el Mercado Galego da Creatividade.
Beatriz Barril, en el rincón que tiene su marca de decoración artesana O Teu Gusto en el Mercado Galego da Creatividade. Sandra Alonso

Bea Barril ya era una niña con iniciativa y por su cuenta fundó un estudio de interiores y una marca de piezas decorativas, además de ser una de las fundadoras en Compostela del Mercado Galego da Creatividade

07 dic 2023 . Actualizado a las 12:26 h.

De niña, Beatriz Barril ya era una pequeña con iniciativa. Cuenta que siempre le gustó eso de «poner orden y mejorar la estética» de los espacios que la rodeaban. De hecho, recuerda que solía subir al desván de casa para buscar objetos en desuso a los que le daba una segunda vida. Y lo de reutilizar y aprovechar lo que tiene a su alcance es algo que esta interiorista sigue haciendo a día de hoy en sus proyectos, que de esta forma son más sostenibles y personales. Así, ella puede tanto construir una mesa auxiliar a partir de un palanganero metálico que salió de una obra como integrar un viejo marco cuyos dueños estaban dispuestos a tirar a la basura en la nueva decoración de su hogar.

Aunque lleva viviendo en Santiago desde que tenía solo 1 año, Bea se siente muy ourensana, donde tiene sus raíces familiares. No obstante, ha sido en la capital gallega en donde ha emprendido, no una sino tres veces, en el último lustro. Esta exalumna de la EASD Mestre Mateo de 48 años tiene más de dos décadas de experiencia en el sector del diseño de interiores y un máster en reinventarse. Explica que allá por el 2004 ya abrió con otra socia una tienda de muebles (Oikos) en Compostela, pero «con la crisis nos vimos obligadas a cerrar y tuve que adaptarme a las circunstancias».

Nunca se desvinculó de su profesión porque «me encanta», siempre tuvo claro que se quería dedicar a esto. «Mi padre pertenecía al mundo de la construcción y crecí muy ligada a él en esa parte a nivel profesional», destaca. De hecho, empezó a trabajar para una empresa y sus primeros proyectos fueron de gestión de obra. Ahí descubrió cuánto le gusta «coordinar equipos profesionales». En el 2019 volvió a lanzarse a la aventura como autónoma, en este caso en solitario, y fundó Spacio B. «Tenía ese gusanillo de volver a diseñar proyectos e interactuar con los espacios», dice. Y, a finales de ese mismo año, empezó a darle forma a un proyecto colectivo en paralelo que veía la luz en plena pandemia. Bea es una de las fundadoras del Mercado Galego da Creatividade, que abría sus puertas en la Caldeirería en las Navidades del 2020 sin tener claro si conseguirían consolidarlo a largo plazo, y ahí sigue.

Además de encargarse del interiorismo del local que comparten los artesanos del colectivo Creativas Galegas, explica que vio con él la oportunidad de crear su propia marca de diseño de piezas decorativas abstractas hechas a mano, O Teu Gusto, en el que deja volar su creatividad; al tiempo que encontró «un lugar donde puedo interactuar con los clientes, algo que de forma individual sería imposible, y con otros artesanos (tapiceros, restauradores...) con los que se establecer sinergias para que mis proyectos sean más enriquecedores y enriquecen mis los proyectos que diseño». 

Para ella, «es un orgullo» haber creado la tienda de Creativas Galegas en Santiago «por todo lo que conlleva. Fue algo que no estaba pensado y surgió para dar solución a las necesidades que compartíamos todos. Conseguí, con la ayuda de mis compañeras, que este espacio con alma y personalidad propia perdure en el tiempo con mucho sacrificio detrás», subraya Bea.

Por si no fuera suficiente, esta ourensana de corazón es docente de escaparatismo artesano y su trabajo está avalado por la Fundación Artesanía de Galicia. Como interiorista, se mueve tanto en el ámbito comercial como en el particular. En este segundo caso «es donde más disfruto, porque siempre puedo reciclar piezas y darles un segundo uso. Es algo que hago un montón y acaba también abaratando el proyecto», destaca. De hecho, ella defiende un tipo de diseño que «está al alcance de todos y consiste en reducir costes, respetar lo existente y resaltar la estética, «siempre teniendo en cuenta las necesidades del cliente y buscando el equilibrio para que los espacios sean funcionales y para que los disfruten». Explica que, «aunque mucha gente piensa que contratar a un interiorista va a encarecer el proyecto, es todo lo contrario. Si te asesoran bien puedes incluso ahorrar dinero».