Radio Taxi de Santiago avisa: «Si aumentan licencias, primero huelga y luego al juzgado»
SANTIAGO
La asociación, reunida con Hostelería, insta al Concello a que pida a la Xunta modificar la ley para crear permisos temporales
01 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Jesús García y Manuel Sánchez, presidente y vicepresidente de Radio Taxi, mantuvieron una reunión con Sara Santos y Ramón García Seara, presidenta y gerente de Hostelería Compostela, para debatir sobre los problemas que registró Santiago en la pasada temporada alta, cuando el número de taxis disponibles fue claramente insuficiente para atender la demanda. García y Sánchez defienden que «el problema está mal enfocado. Los taxistas no tenemos que solucionar el mal servicio de autobuses públicos y la falta de un plan de movilidad».
Consideran los portavoces que, desde hace dos años, «se pretende culpar al taxi de algo que es responsabilidad de otros». Insisten en que los problemas para desplazarse al aeropuerto, bajar al centro desde el Palacio de Congresos para comer en un restaurante o desplazarse al Clínico no se solucionan incrementando el número de licencias. «Si ponen 15 licencias anuales más, nos arruinan. En invierno no son necesarios. Son necesarios en verano. Si hacen eso, primero huelga y luego juzgado», advierte Manuel Sánchez. «Las licencias temporales son una opción. Y les dimos los números de Ibiza, donde hay 150 licencias anuales y otras tantas temporales», apostilla Jesús García. Claro que ambos portavoces del sector recuerdan que para crear licencias temporales hay que modificar la ley, por lo que instan al Concello a que pida a la Xunta un cambio en ese sentido. Sánchez y García ponen sobre la mesa otra de las cuestiones que creen que se deben resolver desde Raxoi para agilizar el tráfico en el centro de Santiago: «Tienen que hacer un plan de movilidad. No es posible que desde el Hórreo a la Praza de Galicia, en hora punta, lleve 25 minutos».
Sin autobús al aeropuerto
Los taxistas apuntan, en concreto, al «nefasto servicio de autobuses al aeropuerto», que aseguran que está detrás de muchos de los problemas vividos en verano. «A partir de las 22.30 horas y antes de las 7.30 no hay bus al aeropuerto, y en el resto es cada hora. Para solucionar esa situación, quieren poner más taxis. Tendrán que poner un servicio de autobuses al aeropuerto, no culparnos a nosotros. Y lo mismo pasa en la estación intermodal», denuncia Jesús García.
Manuel Sánchez plantea que en el 2022, tras la pandemia, «se produjo un bum turístico en Santiago que se unió a la falta de autobuses al aeropuerto, y la culpa es que hay pocos taxis. Es de risa». Jesús García tampoco considera solución que se permita la entrada de taxistas de otros municipios. «En primer lugar, porque no lo permite la ley», y en segundo, «en Ames y en Teo no se atienden sus servicios. Nosotros recibimos peticiones de vecinos de allí, que decidimos no atender. Tienen que reclamar a sus ayuntamientos», señalan. Explica García que «pueden venir a traer a alguien a Santiago, pero luego se vuelven. Eso tampoco soluciona».
«La movilidad de los congresos es cuestión de ellos, no nuestra»
Uno de los momentos de mayor tensión que se vive en la ciudad se produce coincidiendo con la celebración de congresos. En este caso, los taxistas insisten en que «no se puede pretender que seamos nosotros, un servicio público, los que resolvamos la movilidad de 1.800 personas que asisten a un congreso». Sostienen que son los organizadores de los eventos «los que tienen que poner autobuses para mover a su gente». Manuel Sánchez recuerda que, en octubre pasado, coincidiendo con un congreso en la ciudad, «se le dijo al Ayuntamiento que iban a poner 18 buses, y finalmente eran dos. Es una tomadura de pelo a todos».
Jesús García incide en la idea de que «la movilidad de los congresos es cosa de ellos, no de nosotros. Si hace falta, hacemos boicot a los congresos». Manuel Sánchez comenta que «coincidiendo con el Son do Camiño había dos congresos. ¿En serio, vamos nosotros a asumir eso? ¿147 taxis van a mover todo eso?». Ambos portavoces se muestran molestos porque «una y otra vez, sin conocer la realidad del problema, se nos culpa a nosotros».