Borja Verea dice que el alquiler turístico de 60 días en Santiago generará descontrol y caos
SANTIAGO
El secretario local del PSOE no da por seguro, por su parte, el apoyo a la ordenanza del BNG
07 jun 2024 . Actualizado a las 11:54 h.La ordenanza por la que estaban esperando los propietarios de viviendas de uso turístico de Santiago sigue centrando la actividad municipal. Mientras el sector anuncia movilizaciones y la demanda de que se cambie el planeamiento, desde la oposición cuestionan a la alcaldesa, con conclusiones distintas aunque desde una posición común, la de que Goretti Sanmartín no habría cumplido con las expectativas que generó en los propietarios. Así lo mantiene tanto Borja Verea (PP) como el secretario general del PSOE en Santiago, Aitor Bouza, quien ayer advirtió al gobierno que no dé por seguro que vayan a contar con su voto para sacar la ordenanza adelante, una ordenanza que se limita a regular el procedimiento para aprovechar la posibilidad que abre el PXOM de dedicar vivienda habitual a usos turísticos no más de sesenta días al año.
Si de las declaraciones de la edila Mercedes Rosón del martes se deducía que el gobierno contaría con ese respaldo —anunció una actitud «propositiva»—, el responsable del partido en la ciudad apuntaba ayer que de momento el PSOE no puede «asegurar ni confirmar o noso apoio favorable a esta ordenanza». Y no por una cuestión de fondo —el texto desarrolla lo que los socialistas promovieron en su mandato—, sino por las formas, dice. Acusa al bipartito de actuar con «pouca transparencia» y de no dar cuenta de un informe previo que ya constataba la imposibilidad de regularizar las VUT. Y le advierte que no puede dar por hecho «que todo é un cheque en branco». Por su parte, antes escucharán a los colectivos implicados y al tejido social.
El fondo sí preocupa al PP. Y mucho, por lo que comentó ayer Borja Verea en Voces de Compostela, en Radio Voz. El portavoz popular, que se opone a la regulación de las VUT que los socialistas aprobaron en el 2023 con el apoyo de CA y la abstención del BNG, sostiene que esa ordenanza, si bien no aporta «nada novo», abre la puerta «posiblemente á medida que vai xerar máis descontrol e caos nas VUT nesta cidade», porque cualquier propietario con un piso en Santiago, excepto en el casco viejo, «que no verán marche pode dedicar eses dous meses a dalo de alta en calquera plataforma». «Ábrese a porta a que milleiros de pisos nesta cidade poidan ser VUT, e iso vai ser un descontrol e un caos, porque materialmente é imposible que unha Administración poida controlar o que está por vir». Verea cuestiona que un Concello que «non é capaz de dar unha licenza en prazo» pueda controlar «iso».
El popular cree que la regulación del 2023 es prohibicionista y apuesta por regular de otra forma, limitando, pero garantizando espacio para atender la demanda expresa de este tipo de alojamientos. Defiende un modelo de implantación por zonificación que incluiría el casco viejo y que genere fondos para rehabilitar. Duda de que esas viviendas acaben revirtiendo en el mercado del alquiler tradicional, porque en el casco histórico, donde las VUT están prohibidas, no se percibe, pero, si resulta que sí, así lo reconocerán. Verea sostiene, además, que Sanmartín falta a la verdad cuando justifica en un informe jurídico que no se puedan regularizar las VUT que operaban antes del cambio en el PXOM. Lo que dice ese informe es que no se puede hacer a través de una ordenanza de usos preexistentes, pero sí a través de una urbanística, expuso el edil.