El hostelero dejó la producción lechera coincidiendo con la puesta en marcha de la nave gastronómica de la Praza de abastos
20 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Ya tiene más experiencia en la hostelería que en el sector de la producción y comercialización de leche fresca. Ramón Barreiro dedicó siete años de su vida a un proyecto que acercaba la leche directamente desde la granja a los consumidores. Junto a otros socios, Ramón estaba detrás de la máquina expendedora de leche que estuvo operativa hasta hace unos nueve años en la Praza de Abastos de Santiago, además de en otros enclaves de la comarca. «Foi unha etapa que rematou. Tiña moito traballo, pero funcionou ben», recuerda. Cuando salió la licitación de la nave 5 y empezaron con todo el proyecto de hostelería, Ramón tuvo que escoger y se decantó por cambiar de sector. «Non podía con todo, coincidiu e tiven que elixir». Reconoce que, aunque no fue una decisión fácil, «as cousas teñen o seu momento». En el proceso de licitación, las cinco propuesta de Ramón fueron aceptadas. Se trata de A Ostrería, Frebas, Tarabela, Cantina y Amoado. Asegura sobre la puesta en marcha de la oferta gastronómica del mercado compostelano que «ninguén daba un duro por nós». Sin embargo, Ramón pensó entonces que «a ubicación era perfecta e tiñamos produtos de calidade a un paso». Con estos ingredientes, el empresario estaba convencido de que «nada podía fallar», y nueve años después la nave 5 «é xa un escaparate da Praza de Abastos. As nosas cartas teñen unha base máis ou menos fixa, pero varían coa tempada e cos produtos que atopamos no mercado cada día». En la nave 5 son, en total, once establecimientos de hostelería que operan con un horario similar al del funcionamiento habitual del mercado. Los regentados por Ramón levantan la persiana a las 8.30 y la bajan a las seis de la tarde, de lunes a sábado, cuando cierra toda la nave. «Teño 12 traballadores fixos todo o ano máis eu, e tres de reforzo no verán», detalla. Otros locales en los que no sirven desayunos abren unas horas más tarde, pero «ás sete da tarde está todo pechado e recollido». El hostelero reivindica el valor de trabajar con el producto de proximidad: «Os frescos son comprados na praza. Procuro mercar en varios postos, aínda que teño provedores concretos. Na carta moitas veces hai que improvisar, porque podes planear unha cousa e non a hai». En las cartas de sus cinco locales se pueden degustar desde platos de carne, pescado o verduras a desayunos con una amplia variedad de tostas. En uno de sus establecimientos cuenta con 125 referencias de vinos, «todos galegos, e as nosas cartas son en galego, porque teño claro que temos que promocionar o noso». Durante estas semanas de verano, el perfil de los clientes de la nave 5 corresponde mayoritariamente a visitantes y turistas, tanto nacionales como extranjeros, mientras que fuera de la temporada alta los de Santiago recuperan su espacio. «Veñen a disfrutar dunha oferta ampla», valora Ramón Barreiro.