Los incidentes entre policía y activistas propalestina se saldaron en Santiago con nueve detenidos y un agente con un codo fracturado
SANTIAGO
Nueve funcionarios sufrieron lesiones leves; los manifestantes ya han abandonado la comisaría
08 oct 2024 . Actualizado a las 17:37 h.La manifestación pacífica para exigir el alto al fuego y el reconocimiento del Estado palestino acabó manchada por los incidentes registrados tras su finalización. Aunque en un primer momento se detuvo solo a cinco activistas, la cuenta ascendió al final del día hasta los nueve, que pasaron parte de la noche en los calabozos de la comisaría de Santiago. Fuentes de la Policía Nacional confirmaron que fueron puestos en libertad durante la madrugada y mañana de este lunes, investigados por varios presuntos delitos de atentado contra la autoridad. Las mismas fuentes informaron que el operativo se cerró con nueve agentes heridos, sufriendo uno de ellos una fractura en un codo.
Los primeros incidentes de la jornada del domingo se registraron en el Burger King de A Senra, en pleno centro de la ciudad. Un grupo de unas 20 personas accedió al interior de local portando pancartas, banderas y tambores. Según fuentes policiales, arrojaron panfletos a trabajadores y clientes, lo que motivó que hasta el lugar acudieran varios furgones de la Unidad de Intervención Policial (UIP). Tras lograr que abandonaran el establecimiento, en el exterior la situación se agravó. Según el atestado policial, varios de los manifestantes invadieron la carretera, obligando a cortar el tráfico.
En el instante de marcharse, comenzaron a colocar pegatinas en coches y furgones, momento en que, según el documento, golpearon a varios agentes, llegando a utilizar mazas de tambores y paraguas. Fue en ese instante que se llevaron a los primeros cinco detenidos, que se trasladaron a los calabozos de la comisaría, ubicados en un edificio que se encuentra delante del bloque principal. Hasta allí se desplazó el resto de activistas, que siguieron jaleando a los agentes, a los que calificaron de nazis y fascistas. En ese lugar, donde hubo varias cargas, se produjeron las otras cuatro detenciones.
Desde el Concello de Santiago, la portavoz del gobierno municipal, Míriam Louzao, consideró que, tras ver imágenes de lo ocurrido, le pareció «algo excesiva a intervención da policía», y afirmó que «o altercado non se debeu producir nunca». No fue la misma valoración que la realizada por el portavoz del PP de Santiago, Borja Verea, que exigió a los nacionalistas que «se retracten ou desautoricen á concelleira. Isto é gravísimo, con representantes públicos poñéndose de lado de presuntos delincuentes».
La versión del SUP
El secretario general del SUP en Galicia, Roberto González, ha condenado «la violencia» que, bajo su punto de vista, empleó un grupo de personas «para actuar de terroristas urbanos camuflados dentro de una legítima protesta» y ha aludido, en concreto, a un grupo que entró en el Burger King una vez finalizada la manifestación. Según la versión del SUP, empezaron a increpar a trabajadores y clientes que se encontraban en el establecimiento lanzando panfletos.
Fue entonces, según subraya González, cuando los agentes los conminaron a abandonar el establecimiento, pero los integrantes de ese grupo habrían «continuado con su actitud en la vía pública con pegatinas en vehículos» aparcados en la calle y «con diversas pintadas». El SUP sostiene que los agentes fueron agredidos con paraguas y mazas de tambor. El portavoz ha puesto el foco, en el marco de la reforma de la denominada la Ley de Seguridad Ciudadana, ya que uno de los gritos que recibieron los agentes fue el de «ahora, cuando os quiten las pelotas, no vais a ser nada».
Versión de los manifestantes
En un comunicado, los activistas apuntaron que acudieron al Burger King de A Senra para llevar a cabo una acción no violenta, sustentada en que la empresa es cómplice del genocidio sionista. Fue tras llegar los agentes que abandonaron el local, afirmando que los policías cargaron sin provocación previa, utilizando además una «brutalidade excesiva». Explicaron que los nueve detenidos tuvieron que acudir al hospital, aunque otra de las asociaciones afirmó que el Sergas no les entregó a ninguno de ellos el respectivo parte de lesiones. Por todo esto, exigieron que los policías y responsables políticos del operativo sean investigados, sancionados y juzgados, al considerar que las detenciones fueron arbitrarias.