Las altas reservas ya obligan a anticipar a este mes cenas navideñas de empresa en Santiago
SANTIAGO
La mayoría de los grupos optan por menús que oscilan entre 30 y 45 euros
16 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Compañeros de trabajo y amigos están reuniéndose ya para despedir el año, pese a que aún queda por delante más de un mes para que las campanadas pongan el punto y final al 2024. Lo hacen con tanta antelación porque a estas alturas ya no es fácil cerrar una reserva para los dos fines de semana de diciembre que tradicionalmente concentran más celebraciones, aunque algunos restauradores reconocen que son muchos los que hacen ver su intención de evitar las jornadas con más demanda por la saturación que se produce en esos días en los locales de hostelería.
Las fechas más buscadas de diciembre vuelven a ser los viernes y sábados previos al sorteo de Navidad, es decir, los días 13 y 14, y 20 y 21. En noviembre, todos los fines de semana hay cenas y comidas vinculadas a las fiestas, e incluso algunos grupos se citan para celebrar comidas en días laborables. Sergio Delpont, del restaurante O Sendeiro, apunta que en la primera quincena de este mes ya tuvo algunos grupos. «Por el número de comensales, quedó claro que son celebraciones especiales». Delpont señala que, a la hora de encajar fechas, «se evitan las del puente de diciembre, porque son habituales los viajes». En su local, los grupos mayoritarios son los de entre 10 y 14 personas, pero también los hay de hasta 25.
En el restaurante O Cabildo, de la rúa de San Pedro, no están sorprendidos con el adelanto de las reuniones de amigos y compañeros de trabajo por las fiestas, porque se viene produciendo desde hace unos años, aunque, indican, «quizás esta vez se anticiparon un poco más». Este jueves se sentaron a la mesa 55 personas de un gimnasio, y en otros días de este mes se darán cita grupos de entre 20 y 50 personas. La mayoría de sus reservas se centran en los viernes y sábados de noviembre y diciembre, salvo los del puente de la Constitución. Son grupos que, fundamentalmente, se reúnen para cenar, pero también «hay algunas comidas entre semana».
Guillermo Pérez, de Mamá Peixe y Maínzo, revela que «las reservas entran desde hace semanas. Tuvimos dos o tres en noviembre, y seguimos hasta diciembre». En sus locales están recibiendo grupos de «20 personas, pero también más numerosos, de hasta 28. De media gastan 50 euros, igual en los dos». El restaurador asegura que «la novedad del Maínzo, con platos para compartir, está haciendo que algunos habituales de Mamá Peixe, con un modelo más tradicional, vengan a probar».
«Solo son dous fins de semana de decembro, e máis ben dous venres e dous sábados, así que a xente reserva con moito tempo e tamén queda xa neste mes», explica Javier Míguez, de las Bodeguillas de Santa Marta y de San Lázaro. Esta circunstancia no es novedad para el hostelero. En los casos ya cerrados, «no 90 % escollen un menú pechado de 30 ou 45 euros». En enero, después de las celebraciones familiares, la demanda cae y algunos hosteleros aprovechan para reunir a sus plantillas. «Nós facémolo antes, o 25 de novembro», precisa Javier.
Óscar y Manuel Vidal, del restaurante Asador O Pazo y del Hotel Scala de Padrón, agasajarán a sus empleados el 3 de enero. Allí también se celebrarán fiestas los días 13 y 20 de diciembre con entre 800 y 1.000 personas. «Se montan mesas por empresas o grupos de compañeros y amigos, y cenan juntos con baile. Es el modelo de las bodas que hacía mi padre, y que ahora es para las cenas de despedida y Navidad», explica Óscar Vidal.
«Comienza a verse el movimiento habitual de la cenas de Navidad»
En el restaurante A Táboa de Picar, de la rúa Pombal —en obras desde hace meses—, reconocen que «comienza a verse el movimiento habitual de las cenas navideñas, pero todavía no son grupos grandes». Marcos y Begoña Pose apuntan que es un «alivio, porque reconocen que las obras en la calle les había generado mucha incertidumbre. Realmente es incómodo venir, pero la gente responde». En noviembre tienen previstas celebraciones, aunque en su local tienen más reservas «para casi todos los viernes y sábados de diciembre, incluso para después de Navidad». En su caso, las comidas vinculadas a las fechas festivas se concentran en las jornadas de entre semana, mientras que el viernes es el día de las cenas de compañeros de trabajo, incluso por delante del sábado, cuando son más los grupos de amigos y familias que se reúnen para despedir el año.
«Cierro desde el 15 de diciembre para que estemos con la familia»
aquellos que tengan en sus planes celebrar las reuniones navideñas en A Maceta o en O Testo, regentados por Jorge Gago, tendrán que apurarse, porque solo estarán disponibles hasta el 15 de diciembre. «Después cierro los dos locales durante todas las fiestas navideñas, para que todos los trabajadores, y yo también, podamos estar con la familia», explica el restaurador. Esta circunstancia, en cambio, no cree que influya para que ya este mes se estén celebrando comidas y cenas navideñas, porque en años anteriores también se anticiparon.
Por las características del comedor, los grupos son de 12 y 15 personas, e incluso de 8. Una novedad, matiza Jorge, «es que tengo la sensación de que, cada vez más, quedan para disfrutar y escogen a la carta. Toman un vino mejor y no viven la reunión como un trámite o compromiso, sino como una reunión de amigos».