Nervios y pasión en el inicio del examen mir: «Estudiamos 12 horas diarias, seis días a la semana, pero es nuestro sueño»
SANTIAGO
Más de 700 graduados en Medicina se enfrentan en Galicia a las 200 preguntas que los separan, o acercan, a su especialidad predilecta
25 ene 2025 . Actualizado a las 18:17 h.Solo los típicos gritos de sorpresa que emiten los viejos amigos cuando se reencuentran tras meses sin verse cortan la tensionada atmósfera que inunda la entrada de la Facultade de Ciencias Políticas de Santiago. Son las dos de la tarde y centenares de veinteañeros esperan, junto a sus familiares, a que una mujer con una americana rosa los llame a viva voz. Han pasado 17 meses desde que comenzaron a estudiar para el examen mir, que solo en Santiago contó con más de 700 candidatos, a los que hay que sumar otros tantos para las especialidades de Farmacia, Enfermería, Psicología, Química, Biología y Física. Las cartas están echadas, la suerte sobre la mesa. Toca plasmar en el folio en blanco todo lo que se llevaba dentro para después cruzar los dedos y acceder a la especialidad soñada.
Una mujer levanta un cartel amarillo con un mensaje de apoyo. Decenas de jóvenes se lanzan a abrazarla nada más verla. Es la doctora Efigenia Arias, que junto al doctor Jesús Pino ejercieron como padrinos de la generación de Medicina de la USC que se graduó en el 2024: «Este é un día moi importante para eles. Non é unha cuestión de motivación, senón de quitar os nervios de enriba. Xóganse moito e poden traizoarche ou distraerche. Vimos a apoialos. Mañá xa comeza outro día, outra etapa». ¿Mejor? «Teñen que descubrilo eles mesmos. Non é tan doada como parece, pero aprendes moito profesionalmente, tanto na relación cos compañeiros como co paciente. Ao principio pode ser estresante, pero é moito máis agradecida que a estudantil. Empezas a aplicar os coñecementos e iso é gratificante. Tócalles curar, paliar, acompañar e ser útiles para a sociedade e a cidadanía», afirma.
Lucía Álvarez se acerca a la doctora Arias y la abraza. Ella es una de las jóvenes que en cuestión de minutos entrará por la puerta de la facultad para afrontar las 200 preguntas que determinarán lo que hará, al menos, durante los próximos 30 años. Porta una sonrisa de oreja a oreja que demuestra que, en su caso, la presión tampoco tendrá fácil derrumbarla dentro del hospital: «Estoy muy contenta, relajada. Más que presión, lo que siento es que es un día lleno de emoción. Es el final de muchos meses de trabajo. Estudiamos 12 horas al día, seis días a la semana, pero este es nuestro sueño y por fin está aquí».
Confiesa que no paró ni un solo día, ya que estudió hasta las dos de la tarde de ayer. Durante más de un año, la vida social, las escapadas, las fiestas y las aficiones de los cientos de jóvenes que se examinan en Santiago quedaron en un segundo lugar, escondidos en un cajón para hacer hueco a los apuntes de cardiología y traumatología. «La preparación que recibimos para el mir es espectacular, los profesores lo hacen con pasión y los tutores se involucran muchísimo», confirma Lucía Álvarez, que tiene claro la especialidad que encaja con ella: «Medicina interna o familia. Son las dos que tengo en mente».
Al instante llegan otras dos jóvenes que la abrazan y saludan a la doctora Arias. La mujer de la americana rosa irrumpe en la entrada de la facultad y pide a la que gente que «abran un hueco». Al instante llega una furgoneta amarilla de seguridad, de la que se bajan dos guardias ataviados de chalecos antibalas. Un funcionario sale del edificio con una especie de carretilla, en la que colocan las cajas con los exámenes. Las miradas se ciñen sobre ellas, en una especie de intento de muchos de traspasar el cartón y conocer media hora antes las preguntas. «Van bien preparados, no tendrán problema», admite el doctor Pino, que sonríe mientras sus exalumnos comienzan a entrar en la facultad tras los gritos de la mujer de la americana rosa. La suerte, admite, ya está echada. Ahora comienza otra apasionante historia.
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Las 11.943 plazas ofertadas marcan un récord histórico, con 2.508 para Medicina Familiar
28 localidades de toda España acogieron este sábado el examen convocado por el Ministerio de Sanidad para acceder a una de las 11.943 plazas ofertadas de Formación Sanitaria Especializada, tanto en las titulaciones de Medicina, Farmacia o Enfermería, como en Psicología, Química, Biología y Física. Un total de 32.212 personas fueron admitidas para hacerse con una de las plazas que ofrece una convocatoria que marca un nuevo récord histórico tras crecer un 2,9 %, con 366 vacantes si se compara con el pasado año. De todas, el 7 % se destinarán a personas con grado de discapacidad igual o superior al 33 %; mientras que 921 se reservarán al cupo de extracomunitarios.
Solo la titulación de Medicina ofertará 9.007 para un total de 15.106 inscritos, siendo la especialidad con mayor número la de Medicina Familiar y Comunitaria, con 2.508. Enfermería asciende a 2.171, un 3 % más que en la última convocatoria, resultando la de mayor volumen la de Enfermería Familiar y Comunitaria, con 919 vacantes. Los interesados lo tendrán bastante más difícil, ya que hubo más de 10.000 personas apuntadas al examen. Farmacia, con 352; Psicología, con 274; Biología, con 63; Física, con 51; y Química, con 25, cierran el resto de la oferta de plazas.
Las pruebas, que duran algo más de tres horas, cuentan con 200 preguntas, más 10 de reserva. Todos los exámenes arrancaron a las 16.00 horas. En el desarrollo de la jornada participaron más de 2.000 personas. En el caso de Galicia; 1.382 aspirantes acudieron a los centros habilitados en Santiago, mientras que 523 estaban apuntados para examinarse en Vigo.