La depuradora que trata los desechos de Bertamiráns y Brión está obsoleta y necesita trabajos de mantenimiento
23 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.En pleno debate sobre el proyecto de la depuradora de Santiago, cuyas carencias generan gran impacto ambiental especialmente en Ames, este Concello, que se opone fervientemente a la ubicación de la depuradora de Santiago en O Souto, le ha recordado a la Consellería de Medio Ambiente que parte de la contaminación de estas aguas tienen como punto de origen la zona de Sisalde, en donde se ubica la Estación Depuradora de Augas Residuais (EDAR) a la que llegan las aguas residuales de Bertamiráns y Brión.
El alcalde de Ames, José Miñones (PSOE), que denuncia que hace año y medio solicitó formalmente una reunión con la conselleira de Medio Ambiente hace año y medio, ha recurrido a la fórmula epistolar para reclamar la atención de su departamento.
En una carta remitida por el alcalde amiense a Beatriz Mato, titular de Medio Ambiente, le recuerda que la planta depuradora, localizada junto al río Sar, entró en funcionamiento el 15 de enero del 2001 con una capacidad para tratar las aguas residuales para una población de 10.400 habitantes, por lo que está saturada desde hace años. De hecho, la misiva municipal incluye un informe del año 2007 en el que la empresa que gestionaba la planta ya alertaba de que la citada EDAR recibía aguas residuales generadas por una población de 18.000 personas, lo que suponía sobrepasar en un 80 % la población para la que fue diseñada la depuradora.
Que Ames y Brión ganan población es evidente, por lo que la saturación de las instalaciones de Sisalde crece al mismo ritmo. Así, según la documentación remitida a la Xunta el pasado día 6, la planta trata aguas residuales equivalentes a los residuos que generan unas 23.00 personas, por lo que el segundo informe incorporado a la misiva plantea «a necesidade urxente de construír unha nova EDAR».
Medio Ambiente anunció en el 2012 seis millones de inversión
La ampliación de la planta de Sisalde es una vieja demanda, con anuncio y estimación de coste incluido. Fue el 17 de febrero del 2012, siendo alcalde de Ames el popular Santiago Amor y conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández. En una visita a las instalaciones, Hernández anunció que ese año quedaría redactado un proyecto para atender las necesidades de saneamiento de treinta mil personas. Esa sería la primera fase del proyecto, ya que la segunda parte del anuncio aludía a una segunda ampliación para que la capacidad de la depuradora planta pudiese tratar las aguas residuales de 50.000 vecinos del Val de Amaia. Una vez redactado el proyecto, la licitación de la obra se realizaría «inmediatamente» y con una estimación presupuestaria de unos seis millones de euros.
La planta, avanzó ese día Santiago Amor, no tendía problemas de suelo, ya que cuando se construyó la EDAR quedaron 17.000 metros cuadrados reservados.
El PSOE solicito en el año 2014 información por vía parlamentaria, obteniendo como respuesta que el proyecto estaba en fase de solicitud de informes ambientales. Y hace exactamente dos años, Ethel Vázquez, entonces conselleira de Medio Ambiente, estableció el plazo de la primera ampliación para el año 2023, dilatando el plazo de la siguiente fase al año 2037.