El 30 de junio de 2013 Dodro se quedó sin ningún servicio bancario, después de que la entonces Caixa Galicia cerrara ese día la sucursal y el cajero que tenía en este municipio, que eran los únicos servicios bancarios que había. Nueve años después, Dodro recuperará el cajero de la misma entidad, que ahora se denomina Abanca, algo a lo que los vecinos dan la bienvenida, pero aún con cierto resquemor porque no olvidan que «nunca se debeu quitar porque era algo noso», dice uno.
La entidad instalará el cajero en un espacio cedido en la Casa do Concello, en la fachada situada en la carretera principal de Dodro. «Case todo os veciños tiñan unha conta nese banco e, aínda así, non lles doeu pechar e deixarnos moi desatendidos», añade un lugareño. Además de los vecinos, entre los clientes de la entidad también había pequeños empresarios e incluso el propio Ayuntamiento y las comisiones de fiestas, recuerda otro.
Con el cierre del único servicio bancario, los vecinos se buscaron alternativas. Unos optaron por ir a la sucursal de Padrón, que para algunos está saturada, por lo que optaron por ir a Rois e incluso cambiar de entidad y desplazarse a Pontecesures.
Entretanto, el alcalde Xabier Castro encabezó las negociaciones para la instalación en el 2020 de un cajero automático junto al Concello y, en parte, cubrir así el servicio, pero a muchos les cobra comisión y no lo usan.
«Sexa do banco que sexa, benvido é o caixeiro en Dodro», opina un vecino. Al alcalde, por su parte, le gustaría que Abanca no cobrase comisión a ningún usuario por retirar dinero, independientemente de donde tenga su cuenta, una vez que el cajero se situará en dependencias municipales y el Concello correrá con los gastos de la luz.
«Celebramos que se lle faciliten servizos á cidadanía, pero nos concellos do tipo de Dodro estaría ben que non se cobrase ningunha comisión bancaria», señala Xabier Castro, y menos, añade, en este caso en el que la instalación del cajero forma parte de un concurso subvencionado por la Xunta, que correrá además con los gastos de la obra para instalar la máquina.
Además, recuerda el regidor, Dodro no tiene sucursal para retirar dinero en persona y de ahí que pida que no se cobre comisión. La nueva filosofía de empresa de Abanca hubiera hecho más difícil el cierre de la sucursal de Dodro, que llevaría medio siglo abierta, al ser la única entidad que operaba en un municipio rural y envejecido, dejando a los vecinos sin un servicio básico.