El Parlamento impide que Sarita abandone Padrón por Vilagarcía

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

PADRÓN

SANDRA ALONSO

El PP veta el traslado de la locomotora que reclama En Marea

19 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Corría el año 1880 cuando Rosalía de Castro editaba en Madrid el célebre Follas Novas y en los talleres de la Hunslet Engine Company de Leeds (Inglaterra) se fabricaba la mítica locomotora de vapor que rodó por la primera línea ferroviaria gallega, la que unía Cornes con Carril. La cabeza tractora recibió el nombre de Sar, pues circulaba en paralelo a este río, aunque sus coetáneos la rebautizaron cariñosamente como Sarita. Y pese a que lleva años oxidándose en el recinto de la Fundación Cela, en Padrón, su nombre entró ayer en circulación en el Parlamento gallego, donde el PP tumbó una iniciativa de En Marea, apoyada por PSOE y BNG, para llevarse a Sarita de Iria Flavia a Vilagarcía con la excusa de engrosar la colección del Museo do Ferrocarril.

Fue el grupo de En Marea, el encargado de llevar a la Cámara autonómica la petición, avalada el pasado diciembre de forma unánime por la corporación municipal de Vilagarcía, para que Sarita regrese a lo que la diputada Luca Chao entiende que es «o seu emprazamento orixinal» para formar parte del Museo do Ferrocarril de la capital arousana y contribuir a dinamizarlo.

Tanto el BNG como el PSdeG secundaron la propuesta, debatida en la comisión parlamentaria de Educación e Cultura, si bien la diputada socialista Concepción Burgo hizo la salvedad de que el traslado de la locomotora debería hacerse «con toda a cortesía» y sin generar un conflicto con el Concello de Padrón.

Se trata de un requisito que, no obstante, la diputada Teresa Egerique (PP) aseguró que no se cumplía en estos momentos, pues ni la Fundación Camilo José Cela ni el Ayuntamiento de Padrón están de acuerdo con la enajenación de un bien que consideran directamente vinculado a la villa padronesa y a la familia de John Trulock, abuelo del premio Nobel de Literatura, que en su día gerente de The West Galicia Railway Company, la empresa que explotó la línea Cornes-Carril y que trajo a Galicia la locomotora que en 1886 le regaló, en prueba de amistad, el gerente de la compañía lusa Beira Alta.

También recordó Egerique que desde Padrón ya se frenó en su día el intento de trasladar al Gaiás buena parte del patrimonio de la Fundación Cela e indicó que la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, que cedió la locomotora a la Fundación Cela en 1986, se manifestó a favor de que Sarita continuara en Padrón, en el museo ferroviario John Trulock, para evitar lo que se podía interpretar como un expolio.

Sarita se queda, al menos de momento. Eso sí, todos los grupos consideraron lamentable su estado de conservación y clamaron por debida restauración.