El Supremo confirma la multa de 700.000 euros a la organizadora del concierto de Bruce Springsteen en Santiago

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO

SANTIAGO CIUDAD

ÁLVARO BALLESTEROS

Mil personas no pudieron entrar pese a tener entrada y otras 5.000 tuvieron que seguir la actuación desde una zona de escasa visibilidad

04 jul 2017 . Actualizado a las 22:23 h.

La sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo ha confirmado la multa de 700.000 euros que le impuso la Xunta a la empresa Big Tours SL por los fallos en la organización del concierto que el cantante estadounidense Bruce Springsteen ofreció en Santiago el 2 de agosto del 2009. La Consellería de Economía sancionó a la firma por vender más entradas del aforo disponible en el Monte do Gozo, lo que provocó que mil personas no pudieran entrar al recinto pese a haber comprado su localidad y que otras 5.000 se vieran obligadas a seguir la actuación en una zona lateral de visibilidad reducida.

La sentencia del alto tribunal desestima el recurso de casación que se interpuso contra la resolución del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), que en su día redujo la multa inicial impuesta por la Xunta, de 2,4 millones de euros, a los 700.000 que finalmente deberá pagar Big Tours SL.

El Supremo considera que ha quedado acreditada la responsabilidad de la empresa organizadora del concierto en los fallos detectados, que no se limitaron a la venta de más entradas de las que disponía el aforo, sino que también afectaron, por ejemplo, al retraso en 45 minutos de la hora de apertura de puertas del Monte do Gozo.

La firma organizadora vendió 37.539 entradas a 65 euros cada una para aquel famoso concierto de Bruce Springsteen en el Monte do Gozo de Santiago, que debió haber empezado a las 22 horas de aquel 2 de agosto del 2009. La apertura de puertas del recinto estaba prevista para las 20 horas, pero, ante la gran aglomeración de personas en los alrededores, el jefe del dispositivo de seguridad recomendó a la entidad organizadora adelantar la apertura de puertas. Finalmente, a las 20.30 horas se abrió un preacceso para dejar pasar a un grupo de asistentes de una mil personas, lo que ocasionó airadas quejas de los que seguían esperando en la calle. A las 20.45 horas se abrieron todos los preaccesos y puertas.

En torno a las 22 horas, unas 5.000 personas que habían abonado sus entradas y que ya habían pasado por los preaccesos no pudieron entrar en el recinto, dado que estaba lleno, por lo que tuvieron que seguir el concierto desde la ladera del monte. A esa misma hora, el cantante estadounidense salió al escenario, momento en el que se produjo una avalancha en la zona de acceso VIP-B que desbordó al servicio presente de la Policía Nacional y a los vigilantes de seguridad privada. Esta situación generó un riesgo dado que estaban sobrecargadas de peso las plataformas del lago.

Tras la celebración del concierto, ochocientas personas presentaron reclamaciones ante el Instituto Galego de Consumo y algunos de los que no pudieron entrar al concierto pese a haber comprado la entrada denunciaron los hechos ante la comisaría.