De asilo para desamparados a centro de acogida de peregrinos de todo el mundo
SANTIAGO CIUDAD

La Oficina añade nuevos servicios con el objetivo de servir cada vez a más visitantes
03 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El espacio que hoy acoge la Oficina del Peregrino fue en su primera vida el Hospital de Carretas, un lugar de acogida que en el siglo XVIII nació para dar cobijo a los mendigos que vagaban por la ciudad. Poco queda de puertas adentro del viejo asilo, pero el espíritu de reunir a personas revivió cuando a finales del 2015, el 15 de diciembre, la Oficina de Atención al Peregrino, o Centro Internacional de Acogida al Peregrino tal y como se recoge en la placa de la entrada, abrió sus puertas a los caminantes.
El año y medio aproximado que lleva en funcionamiento ha dado la razón a quienes apostaron por restaurar y después trasladar la antigua oficina -que estaba en el Vilar y a duras penas satisfacía una demanda que no paraba de crecer-, a la ubicación actual. Los peregrinos, en efecto, tampoco paran de crecer, como atestiguan los dieciocho puestos simultáneos de la Oficina, el espacio más transitado del edificio. En temporada alta el personal se refuerza para atender el aluvión de gente, hasta llegar a 35 trabajadores repartidos en varios turnos. También hay una capilla que celebra dos oficios diarios.
En Centro de Peregrinos cuenta además con una oficina para atender exclusivamente a grupos de más de diez personas para que no se abarrote la sala donde aguardan los peregrinos individuales, explican desde la Oficina. Frente al antiguo inmueble del Vilar, el centro de Carretas cuenta con oficinas de Correos, Renfe y Alsa para que los romeros preparen sus viajes de vuelta y cierren sus envíos, aunque el año pasado, salvo la de Renfe, estuvieron cerradas los meses de temporada baja por el descenso del turismo. Por su parte, Turismo de Galicia tiene un punto de atención donde informa de rutas alternativa y lugares para visitar tanto en el entorno de Santiago como en el resto de Galicia.
El personal de la Oficina también resuelve dudas prácticas a los visitantes. «A maioría de peregrinos veñen a preguntar polos albergues ou por futuros camiños que van a facer, como os que seguen hasta Fisterra, e queren saber se lles serve a credencial e por onde pasa o Camiño», comenta una trabajadora de la Oficina del Peregrino.
En la primera planta se encuentra la biblioteca, especializada en la temática jacobea, que cuenta con dos salas, una de consulta y otra con mesas de trabajo. Por su parte, la Cátedra de Estudos Xacobeos es el último espacio que se ha habilitado gracias al convenio mixto de la Fundación Catedral y la Universidade de Santiago. Con este fin se habilitó un salón de actos para realizar conferencias, cursos, seminarios y actividades académicas. Por el momento, explica la Oficina del Peregrino, la Cátedra no tiene prevista fecha para empezar a funcionar con regularidad, aunque esperan ponerla en marcha cuando pase la temporada alta de verano.
Además, los peregrinos que viajan en bicicleta cuentan con soportes metálicos para aparcarlas, de forma que no se entorpece el tráfico de vehículos y de personas de la rúa de Carretas. Se habló incluso de habilitar duchas que, finalmente, no se construyeron «porque o edificio modernista aínda non o podemos restaurar», explica una trabajadora.
La primera planta acoge locales para ciertos países y la Cátedra de Estudos Xacobeos
La Oficina del Peregrino impulsó un servicio que se estrena en la primera planta del antiguo asilo. Se trata de los espacios asistenciales: unos locales de acogida a peregrinos de carácter individual, ya que se presta una atención por países e idiomas. En estos momentos existen locales cedidos a la asociación holandesa, el colectivo de irlandeses, formada por una comunidad de monjas que atiende a los hablantes de inglés, la asociación francesa, la alemana y la italiana. Todos estos países cuentan con un espacio propio, aunque en el futuro pretenden ofertar locales a más países.
La dinámica de trabajo es independiente de la Oficina del Peregrino, que tan solo cede el espacio, de forma que la gestión corresponde a cada una de las asociaciones, que funciona con completa autonomía. «Están durante todo o día e axudan aos peregrinos dos seus países, con xestións, ou en temas como sacar billetes e en xeral en caso de ter calquera dúbida», explica una empleada de la Oficina del Peregrino, que añade que «polas tardes algúns deles teñen charlas para comentar a súa experiencia do Camiño». Otras asociaciones, en cambio, optan por no organizan este tipo de eventos.
La Oficina del Peregrino no tiene previsto por el momento añadir nuevos servicios a mayores de cara al próximo Xacobeo. Únicamente ultimará los proyectos que en estos momentos están dando sus primeros pasos, como es el caso de la Cátedra de Estudos Xacobeos. Esta iniciativa quiere ayudar a difundir los valores asociados con la peregrinación y el fenómeno jacobeo además de impulsar la colaboración con profesores y departamentos universitarios. El proyecto incluye un fondo bibliográfico y documental sobre materias específicas del Camino de Santiago.
Satisfechos con el servicio, no con las colas
Los caminantes destacan la calidad de las instalaciones, pero lamentan las largas esperas para recibir la compostela. Las indicaciones para llegar a la Oficina son insuficientes, según algunos
santiago barón/ J. C.
La Oficina de Acogida al Peregrino abrió sus puertas en el 2015 en la rúa Carretas, un lugar más espacioso que dejaba atrás el minúsculo en el que hasta entonces funcionaba en la Rúa do Vilar. La avalancha de peregrinos que año tras año está llegando a Santiago justifica el traslado realizado hace ya veintidós meses. Este verano el personal de la Oficina ha llegado a repartir hasta 1.500 compostelas diarias.
Los peregrinos comentan que las instalaciones les parecen cómodas, aunque la mayoría solo entran para recoger las credenciales que acreditan su experiencia en el Camino. Pocos se aventuran a ir más allá y, por ejemplo, piden consejos en el punto de información o utilizan los soportes metálicos de bicicletas en caso de haber viajado en este medio de transporte. Valoran positivamente, eso sí, la posibilidad de tener algunos servicios como la oficina de correos o un punto de venta de billetes de tren y autobús para el viaje de vuelta a casa.
Sin duda el jardín es el espacio que articula las estancias de al Oficina de Acogida al Peregrino. Al ser la vía de acceso para los romeros, es uno de los espacios más transitados del antiguo asilo de Carretas. «Lo veo bastante bien, porque puedes hacer cola en el parque, en un lugar agradable», comenta Myriam, una peregrina francesa, sobre la zona verde que se abre nada más entrar en el edificio, aunque también recuerda con nostalgia el antiguo local de la Rúa do Vilar: «El nuevo lo veo moderno, pero no me importaba estar en las calles más viejas, junto a la Catedral».
Sin embargo, los peregrinos destacan dos inconvenientes a su llegada a Santiago. Parece indiscutible que las colas son la mayor pega de un espacio eficaz y amable en la atención al viajero. El tiempo de espera el mes pasado superaba con amplitud la hora larga en el interior del edificio, aunque para muchos esto es inevitable en verano y lo asumen con filosofía. «Hubo que esperar pero no me importó porque sé que es agosto y es lo normal», señala Adrián Fuente, que caminó desde Astorga. La celeridad en la atención, comentan los usuarios, alivia la espera. Además, destacan un segundo inconveniente en la señalización del centro de Carretas, al que en ocasiones llegan por las indicaciones de los vecinos de Compostela, y proponen, por ejemplo, señales de color amarillo, más llamativas y fáciles de seguir.
Nuevos retos
Este año se han contabilizado más de 200.000 peregrinos hasta el mes de agosto. La afluencia en la Oficina ha obligado a reforzar los turnos de trabajo, mientras que mantienen los todos los puestos de que disponen, dieciocho, para atender al público. «Lo único que se puede mejorar sería el tiempo de espera en la cola», indica Antonio Vico, un valenciano que comenzó la ruta francesa en Saint-Jean. De seguir el ritmo actual de llegadas, la ciudad podría registrar un nuevo récord anual de peregrinos, que por el momento se estableció en el 2016.
El año pasado la Oficina del Peregrino atendió a 277.854 romeros de 146 países diferentes. La gran mayoría hizo el Camino a pie -91,42 %»-, una minoría opta por pedalear -8,40 %-, y 342 personas lo recorrieron subidos a un caballo. El Camino francés y el portugués fueron los más concurridos, y les siguieron el del Norte, el primitivo, el inglés, la Vía de la Plata y, por último, el portugués de la costa, el de Muxía y el Camino de invierno con cifras modestas.