El juzgado de Santiago deja en libertad bajo fianza de 30.000 euros al autor del atropello mortal de Conxo

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

El cuerpo de Jorge Santiago quedó tendido en la calle
El cuerpo de Jorge Santiago quedó tendido en la calle XOAN A. SOLER

Tras varias negativas anteriores, Iván Méndez podrá finalmente esperar en la calle a que se celebre el juicio

25 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde que ingresó en prisión provisional por atropellar y matar a un vecino de Conxo el 3 de octubre del 2023 a las 5.44 horas, Iván Méndez Fernández, de 31 años de edad, trató en varias ocasiones de recuperar la libertad, pero tanto el juzgado que lleva la causa, el de Instrucción número 3 de Santiago, como la Audiencia Provincial, se lo denegaron alegando que existía un elevado riesgo de fuga. Hasta ahora. En su última solicitud, el nuevo juez que ha asumido la investigación —la anterior ha cambiado de destino— sí ha decidido esta vez concederle la libertad bajo fianza, por lo que tras pagar 30.000 euros podrá esperar a que se celebre el juicio en la calle y no en la cárcel, donde ha permanecido casi ocho meses.

Además de la fianza, el juez instructor le ha impuesto otras medidas cautelares como condición para dejarle en libertad. Para empezar tendrá que comparecer los 1 y 15 de cada mes en el juzgado y tiene prohibido salir de España. Además, ha tenido que entregar su pasaporte y tiene la obligación de comunicar cualquier cambio de residencia.

Lo que no ha cambiado es el delito por el que se investiga a Iván Méndez Fernández, que sigue siendo homicidio o asesinato, una cuestión que tendrá que dilucidarse durante el juicio, que se celebrará con jurado popular en la sección compostelana de la Audiencia Provincial.

Los hechos se produjeron aquella madrugada de octubre en la calle Poza Real de Arriba, en la que residía la víctima, Jorge Santiago Salgado, que tenía 59 años de edad. El fallecido había salido de su casa para pasear al perro cuando Méndez le arrolló con su coche, un Mercedes A200 gris en el que se había desplazado hasta Conxo y en el que había estado esperando en compañía de una chica que se dijo era su novia y que, aunque también figura como investigada, quedó en libertad tras prestar declaración judicial porque no hay indicios de que ella tenga responsabilidad penal en el atropello.

La instrucción sigue adelante y aún quedan pruebas por practicar que han solicitado las partes. Una de las más importantes es el informe definitivo del atropello que tiene que presentar la Guardia Civil de Tráfico, en el que se deberá de aclarar cómo se produjo el arrollamiento, algo determinante a la hora de esclarecer si hubo o no voluntariedad. El imputado alega que fue involuntario y de ello dependerá la posible pena de cárcel a la que se enfrente.

A grande rasgos, y obviando matices, en caso de que el atropello se considere un homicidio, la pena oscilaría entre los diez y los 15 años de prisión, mientras que para el asesinato sube a entre 15 y 25. La defensa legal del investigado tratará incluso de que se considere un homicidio imprudente, fruto de una maniobra irresponsable al volante, lo que implicaría una condena aún menor.

Cuando explicó lo sucedido al juez, Iván Méndez dijo que el motivo por el que había acudido con su coche a la calle Poza Real de Arriba de Conxo y se había quedado allí estacionado esperando fue para intentar descubrir a la persona que estaba pinchando las ruedas de una de las grúas de la empresa de su padre, Castmart, cuyo conductor la estacionaba en esa vía porque también residía en la zona.

Méndez admitió que atropelló a Jorge Santiago, pero señaló que fue «un lamentable accidente de tráfico», en palabras del que era su abogado. Es decir, que perdió el control del vehículo cuando lo puso en marcha.

La autopsia ya ha esclarecido que la causa de la muerte de la víctima fue un traumatismo craneoencefálico. En el cuerpo había más golpes, pero el que resultó mortal fue el que recibió en la cabeza. Además, por la grabación de la llamada de emergencia que recibió el 112 Galicia aquella madrugada, es posible que el fallecido estuviese aún vivo cuando Iván Méndez huyó del lugar conduciendo su vehículo, ya que el vecino que habló con el 061 por teléfono dijo que creía que aún respiraba en ese momento.