El Concello de Teo y la USC rastrean la incidencia del radón con una muestra en 180 casas

Emma Araújo SANTIAGO / LA VOZ

TEO

cedida

La participación en el estudio es voluntaria y gratuita

27 dic 2020 . Actualizado a las 22:18 h.

El radón es un gas radiactivo de origen natural y supone la segunda causa de riesgo de cáncer de pulmón tras el tabaco, con la particularidad añadida de que el 70 % de la superficie de Galicia tiene unos niveles elevados de este gas, que emana de la tierra y no es perceptible.

Ante esta realidad, el Concello de Teo y la USC, que dispone de un laboratorio que investiga y mide la incidencia de este gas, han firmado un convenio para elaborar un estudio que mida los niveles de radón en viviendas aisladas o adosadas del municipio. El muestreo incluirá 180 inmuebles unifamiliares, con preferencia de aquellos que disponen de sótano. La elección de las casas la determinará el interés de la población teense, que entre los días 5 y 25 de octubre podrá solicitar su inclusión en este proyecto, que financia el Concello dentro del programa municipal Teo Sostible, promovido por la edila de Urbanismo, Uxía Lemus (PSOE).

La concejala presentó ayer la iniciativa con Alberto Ruano, investigador del Laboratorio de Radón de Galicia con sede en Santiago. Lemus destacó que este estudio permitirá disponer «dun mapa máis real da situación das vivendas de Teo en relación coa incidencia do radon», señalando también que «non hai que ser alarmistas pero é bo ter cada vez máis información rigorosa para poder tamén informar á cidadanía».

Alberto Ruano, por su parte, reconoció la importancia de esta iniciativa, ya que los datos recogidos en Teo pasarán a formar parte del mapa de radón de Galicia, aunque la información concreta de cada vivienda revisada en el estudio será anónima.

Entre los requisitos que exige el Concello para participar es que las personas que lo soliciten estén empadronadas en Teo para garantizar que las mediciones se realizan en casas ocupadas habitualmente y no en segundas residencias, ya que uno de los objetivos es que las personas que viven en estos inmuebles conozcan los niveles de gas radón con los que conviven a diario.

La participación en el estudio es gratuita y muy sencilla, ya que las viviendas seleccionadas (el criterio establecido tras los requisitos iniciales es la fecha de presentación de la solicitud) recibirán por correo dos medidores de radón, que deberán estar colocados durante tres meses en el dormitorio principal del inmueble y también en la sala más utilizada de toda la casa. Transcurrido este tiempo, deberán enviar estos dispositivos, de muy reducido tamaño, en el sobre prefranqueado que les llegará con los medidores.

La previsión municipal es que la selección de las viviendas esté lista a partir del mes de noviembre, por lo que los resultados podrán ver la luz sobre abril o mayo del 2021. Uxía Lemus, que confirmó que esta iniciativa supondrá un coste de 13.600 euros, reconoció que el plazo inicial para llevar a cabo este estudio era durante este año, pero la pandemia retrasó todo el proceso.