Los nuevos bancos de la rúa Concheiros, en Santiago, la gota que colma el vaso para los vecinos: «Apareceron sen estar nos plans, froito da opacidade»
VIVIR SANTIAGO
![Los bancos, recién instalados durante la mañana de ayer.](https://img.lavdg.com/sc/88vsxSCl3h6XOmHw24RDEk5yWrs=/480x/2023/06/13/00121686686222449638987/Foto/S13J3070.jpg)
Al ser tan estrechos los dos carriles que tiene esta calle tras la reforma, sus habitantes hablan del riesgo que podrían tener estos bancos para el tráfico de autobuses urbanos. Esta mañana se están instalando unos bolardos, que tampoco dejan indiferente a los vecinos
14 jun 2023 . Actualizado a las 20:01 h.La reforma de la rúa dos Concheiros, en Santiago de Compostela, ya supera los tres millones de euros y los tres años de duración, pero aun así sigue decepcionando a quienes transitan por ella cada día. La penúltima de las sorpresas fue recibida aún ayer por la mañana por los vecinos, cuando aparecieron instalados unos bancos de granito a lo largo de la vertiente de números impares de la calle. Se trata de unas estructuras graníticas, macizas y con forma de ortoedro, que además de servir como acomodo para quien desee un descanso actúan como una barrera, casi como un guardarraíl que delimita el fin de la carretera de dos carriles que hace discurrir al a tráfico por el medio de la calle.
«Non sabiamos nada, apareceron de repente durante pasada mañá e non figuraban nos plans conxuntos aos que tivemos acceso cando se aprobou o proxecto», señalan desde la asociación de vecinos A Xuntanza. Bajo su punto de vista, no es que se esté dando una improvisación por parte de las instituciones, «é que están actuando con moita opacidade dende que comezou a reforma, incumprindo moitos dos acordos que se fixeran coa veciñanza».
Los bancos, además, «no van a cumplir su función ni un solo minuto», en opinión de Patricia Díaz, encargada del quiosco y punto de venta de lotería Duende Azul. Esto es así porque, dice, «son más bien un punto de referencia para los coches y autobuses que por esta calle pasan, para que no invadan la acera como hasta ahora solían hacer». Lejos de parecerle una buena noticia, aunque tenga esta vertiente para el que se quiera consolar, asume que esto va a traer situaciones peligrosas a la calzada que discurre por la rúa Concheiros.
Le da la razón su vecina Alexia Castro, gerente de la Óptica Camiño, que se encuentra unos metros más arriba en ese mismo lado de la vía. Ella asume que será complicado sentarse en ellos, «pois, a partir de agora, cando se atopen dous autobuses, a ver como pasan sen levarlle as pernas a quen se acomode polo lado dos carrís». Para comprender mejor lo que expone Castro hay que tener en cuenta que la carretera, de doble sentido, «ten as vertentes moi estreitas, de xeito que moitos vehículos invadían a beiravía para poder pasar con maior facilidade».
![Uno de sus problemas, señalan los habitantes de Concheiros, es su cercanía con la calzada.](https://img.lavdg.com/sc/MqVvoYjrFcOT1axjX9JCeea6thc=/480x/2023/06/13/00121686686281774522223/Foto/S13J3072.jpg)
A todo esto hay que añadir un detalle que no es menor y por el cual se preguntan desde la asociación de vecinos A Xuntanza: «Onde está a comodidade que nos prometeron? Con estas receitas poñémoslles trabas aos coches e tamén aos peóns, pois a rúa non é só para eles. O conto é que ao final non queda confortable para ninguén».
En menor medida aparecen también otros peros, como la imposibilidad de trazar una línea estética clara en la calle, que también señalan en la asociación. Ellos entienden que no tiene mucho sentido instalar «semellantes moles de pedra no papel de bancos» cuando a su lado hay otros de madera en pequeños espacios verdes y arbolados, «que son como illas».
Nuevos bolardos esta mañana
Si los bancos de piedra instalados en Concheiros llenaron también las redes sociales de comentarios, los bolardos que fueron instalados esta mañana tampoco dejan indiferentes a los vecinos. La fila de piedras se coloca en la entrada de la calle desde San Pedro, a la derecha, supuestamente con el fin de proteger a los peatones y, sobre todo, a los peregrinos, en un punto donde es habitual que autobuses y camiones invadan el espacio peatonal.
Una observación de pocos minutos permite constatar, que desde que los bancos llegaron a Concheiros, los coches casi se detienen cuando se cruzan dos en cada sentido ante el temor de chocar contra las barreras de piedra. Si, además, el cruce es con un autobús, la parada de la marcha es segura.
Los bolardos pétreos podrán tener también la función de asientos, aunque la proximidad al área por donde circulan los vehículos no hace muy recomendable esta función, del mismo modo que ocurre con los bancos a pesar de que estos fueron preconcebidos para lo primero.
![](https://img.lavdg.com/sc/S8jgaiHfv4_ewgPbk3LFy0QgFkA=/480x/2023/06/14/00121686728286889279464/Foto/margamosteiro0.jpg)
Problemas que vienen de lejos
Desde el principio de las obras esta calle ha acumulado críticas por parte de muchos de los vecinos que en ella habitan. Desde su asociación, A Xuntanza, subrayan la dejadez que se está comenzando a ver en otros viales aledaños al de Concheiros, «onde se centran todos os esforzos das reformas». De esta manera entienden que se está dejando atrás el entorno, el barrio en su conjunto, donde también encuentran problemas como los que tenía antes la calle protagonista de este reportaje.
«Pero no es solamente eso, pues la rúa dos Concheiros ya está presentando fallos de nuevo», interrumpe Patricia Díaz, de Duende Azul. Ella valora muy negativamente aquellos arreglos «temporales» llevados a cabo hace unos meses y que no resultaron de otro modo que teniendo que levantar la carretera de nuevo. Alexia Castro, por su parte, encuentra la calle mejor que estaba, «pero e que só faltaría o contrario, logo da enorme inversión que se fixo».
De todos modos, esto genera desconfianza a lo que puede venir en el futuro. «Se vemos que, no momento no que comezaron a pasar os buses de novo, toda a rúa quedou levantada outra vez, que podemos agardar do futuro?», se pregunta la responsable que Óptica Camiño, que tiene los bancos de la polémica a los pies de su puerta.
No hay que olvidar, y para eso están estos dos negocios, el grave perjuicio que sufrieron los comercios de la rúa Concheiros tras el duro golpe de la pandemia. Las dos responsables de los establecimientos hacen hincapié en los problemas que les generó el tener la calle totalmente en obras e inaccesible justo después del mazazo que representó para las ventas el confinamiento. Es por ello que la incertidumbre y la aparente descoordinación del presente no les permiten despreocuparse.