El éxito del alquiler en un sótano menos tres en Santiago: «En tres días se alquiló»
VIVIR SANTIAGO
Unos jóvenes abrieron ayer un debate en las redes al preguntarse sobre las características de una vivienda, «totalmente interior», a 380 euros. La inmobiliaria N&R aclara que las habitaciones dan a un patio de luces y que la oferta tuvo lista de espera
13 sep 2023 . Actualizado a las 19:50 h.Horas después de que unos jóvenes que buscaban un piso en alquiler en Santiago abriesen un debate en las redes sociales al preguntarse sobre las características de una vivienda de la que, en la oferta publicada en un portal inmobiliario, se informaba que se situaba en un sótano menos tres y se catalogaba como «totalmente interior», el propietario de la inmobiliaria que lo puso en el mercado lo aclara.
Pedro Noya Ferreiro, al frente de N&R Inmobiliaria, explica que el piso, que «se ofrece en alquiler tras una reforma», se sitúa en el número 20 de la rúa Concheiros, en un edificio situado cerca del ascensor que baja hasta la rúa Triacastela. «Por un ascensor interior se desciende hasta la propia vivienda, que está situada a una altura de un sótano menos tres. Por la rúa Triacastela, en la parte trasera del edificio, no hay portal de acceso a las viviendas; son bajos comerciales», remarca.
Sobre la catalogación en el anuncio de «totalmente interior», Pedro Noya afirma que quiso reproducir las características que aparecían en el catastro, aunque sostiene que ello no quiere decir que el piso no tenga acceso al exterior. «La vivienda cumple la legalidad. Tiene ventanas en todas sus estancias. Dan a un patio interior», defiende Noya, detallando que la vivienda, de 63 metros cuadrados, consta de «dos habitaciones, salón, cocina totalmente equipada y un baño completo». Eso sí, aclara, que se alquila sin muebles, un hándicap que, según sostiene, no influyó en su rápido alquiler.
«Publicamos la oferta a finales de agosto y rápidamente se logró una lista de espera, de gente interesada en ir a verlo. En tres días se alquiló», acentúa Pedro Noya, reflexionando sobre su buena acogida. «Creo que influye mucho el precio, 380 euros, algo muy económico ahora en Santiago», resalta, aclarando por qué la tasó así. «El no tener muebles, el no ser una vivienda de lujo y el dar a un patio de luces es algo que pesa, pero la gente valora más el coste del alquiler», admite, compartiendo que es una pareja la que entrará a vivir en el piso.
«Se valora la ubicación y, sobre todo, que el precio incluye comunidad y calefacción. En esta época eso es algo que no se pasa por alto», concluye.