Una peregrinación en «chimpín» desde Suiza hasta Santiago asombra allá por donde pasa: «Llevan 33 días en la carretera»

LA VOZ SANTIAGO

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Los siete peregrinos hicieron el recorrido desde Suiza hasta Santiago en tres chimpines, cada uno con su remolque.
Los siete peregrinos hicieron el recorrido desde Suiza hasta Santiago en tres chimpines, cada uno con su remolque. XOAN A. SOLER

Estos siete compañeros recorrieron más de 2.200 kilómetros subidos en sus vehículos con remolque

12 sep 2024 . Actualizado a las 18:36 h.

El camino de estos siete compañeros suizos hasta Santiago tienen un factor diferencial al del resto de peregrinos. Llevan más de un mes recorriendo media Europa sobre ruedas. Concretamente, en tres chimpines equipados con sus respectivos remolques. En ellos llevan a cuestas las estancias de una casa: un añadido alberga la cocina, otro los dormitorios y otro el espacio de almacenaje. Hace ya unos cuantos días que llegaron a Galicia y, allá por donde pasan, sorprenden. Ya están en Santiago y, si todo continúa según lo planeado, mañana culminarán su recorrido llegando a la Praza do Obradoiro. Eso sí, los últimos metros los harán a pie: tal y como indica la normativa, los vehículos tendrán que quedar estacionados en las inmediaciones

Para comprender la historia, hay que remontarse al año pasado. El grupo lleva una década viajando con sus chimpines, aunque, hasta ahora, solo habían hecho excursiones a localidades cercanas y ninguna se había extendido durante más de tres días. La fama que está alcanzando el Camino, que suma cada vez más y más peregrinos, fue lo que motivó la idea de organizar un recorrido hasta Compostela. La escapada les ocupó más tiempo del habitual. Han recorrido unos 2.200 kilómetros desde su localidad de origen, en el cantón alemán, y llevan en total 33 días en la carretera

«Van a unos 10 o 20 kilómetros por hora y hacen 60 al día», explica Ton Vidal, de Lavacolla Camper Park, área de autocaravanas a la que llegaron ayer, jueves 11 de septiembre. Su idea es llegar mañana a la Praza do Obradoiro, aunque esos últimos metros los tendrán que hacer a pie. Aunque intentaron gestionar un permiso para terminar su peregrinación sobre ruedas, fue denegado. La normativa impide el paso de vehículos motorizados, por lo que tienen pensado dejarlos estacionados en la dársena de Xoán XXIII y llegar hasta la Catedral caminando. 

Concluido su camino, el de vuelta será muy diferente. Los siete volarán desde el aeropuerto de Santiago y los chimpines con los remolques serán recogidos por un camión. Volver de la misma forma supondría otro mes de trayecto que, según las anécdotas que cuentan, no fue sencillo. Por ejemplo, aparte de tener que lidiar con ruedas pinchadas, se les rompió un motor en medio de la carretera. Llevaban otro de repuesto y el cambio les mantuvo ocupados unas cantas horas. Eso sí, ahora los baches ya han pasado. Si todo va según lo previsto, mañana pondrán el broche final a una peregrinación atípica pero sorprendente.