Los santiagueses despiden con inmenso cariño a Isa, el alma del bar O Filandón: «Tan directa e falangueira como boa xente»
VIVIR SANTIAGO

La hostelera, de 55 años, falleció ayer tras una enfermedad. Desde el año 2000 regentaba el emblemático local de la rúa Acibechería, conocido por sus vinos, sus embutidos, sus tostas, la tradición de recoger mensajes en servilletas de papel y por la grata charla de María Isabel Rodríguez
23 oct 2024 . Actualizado a las 10:37 h.Desde el mismo momento en que durante la tarde del lunes trascendió que Santiago perdía a María Isabel Rodríguez, Isa, una de sus hosteleras más emblemáticas y queridas, las redes sociales comenzaron a llenarse de lamentos ante el fallecimiento del «alma de O Filandón», el local ubicado en el número 6 de la rúa Acibechería. La hostelera, de 55 años, fallecía este lunes debido a una enfermedad. Sus restos mortales fueron trasladados al tanatorio municipal de Boisaca, y en la tarde de este martes se ofició el funeral en la iglesia parroquial de San Martín de Dornellas, en Silleda. María Isabel deja dos hijos.
Tras el estupor inicial, las muestras de pésame y condolencias se sucedían por toda la ciudad, empezando por Compostela Monumental, la Asociación de Comerciantes, Empresarios y Profesionales -a la que María Isabel estaba asociada- que quiso mostrar su «solidaridad y cariño, en estos momentos tan duros con toda su familia, amigos y clientes».
«Cuántas noches allí», lamentaban rápidamente en redes muchos compostelanos que se hacían eco de la «triste noticia».«Tomeille moitas en O Filandón na miña vida compostelá, e vivín un par de anos alí ao carón. Viño, pincho xeneroso, riquísimas tostas de xamón e queixo, pouca cobertura no móbil e moi amigable conversa con ela. Tíñao todo», reflexionaba un cliente en X, la antigua Twitter.

Las despedidas llegaban también desde el ámbito hostelero —«Gran profesional y mejor persona. Te echaremos de menos compañera»— e incluso de distintos políticos que no dudaron en compartir sus recuerdos de su paso por el emblemático bar. «Adeus a Isa, unha das facianas do casco vello compostelá e alma do Filandón. Tan directa e falangueira como boa xente. Que mágoa», compartía el socialista Miguel Alonso Pumar.
La hostelera regentaba el conocido local desde el año 2000. Anteriormente se había iniciado en la hostelería en el bar Calviño, en el Cantón de San Bieito, regentándolo con su suegra.
O Filandón, desde su arranque, se ganó el corazón de compostelanos y turistas tanto por su aire enxebre como por ser una vinoteca y tienda de productos de degustación en la que disfrutar de ricos embutidos o quesos. Sus conocidas tostas eran otro de sus grandes reclamos. En los últimos años el local también se había hecho famoso por la tradición instaurada en él de dejar mensajes en servilletas de papel en sus paredes.