Llega a Santiago la «fresa-piña»: «La gente al principio es reacia, pero cuando la prueban, repiten»
VIVIR SANTIAGO

En una céntrica frutería de Compostela llaman la atención unas fresas blancas, conocidas como «pineberrys», por su toque de sabor a piña. Este es el primer año que las venden, pero su demanda ya es alta
13 mar 2025 . Actualizado a las 12:30 h.Desde este pasado febrero, y entre el amplio surtido de frutas de temporada que se pueden comprar en Santiago, hay uno que llama mucho la atención. Se trata de las conocidas como «fresas-piña», o pineberrys, unas fresas blancas, procedentes originariamente de algunos países de Latinoamérica, como Chile, y que en los años también se cultivan en nuestro país. «Estas fresas vienen de Huelva. Es el primer año que las tenemos, pero la verdad es que están saliendo muy bien», apunta José Antonio Castelo, desde Froitas e Verduras B de Barreiro, una céntrica frutería de la calle compostelana Montero Ríos.
«Es una fresa que carece de la pigmentación roja de la fresa clásica, pero es una variedad de fresa», incide, comentando divertido que mucha gente, al ver esta fruta por primera vez, piensa que le falta maduración. «Pero esa falta de coloración no es un indicativo de su estado de madurez...», añade, incidiendo en sus beneficios y en su sabor. «Puede resultar una buena opción para la gente con alergia a las proteínas que le dan coloración a las fresas», señala. «Su sabor es fresco, suave, menos ácido, igualmente dulce, con un toque a piña, de ahí su nombre, en inglés, con el que se las conoce: pineberrys», explica, satisfecho por la demanda.
«La gente al principio era reacia, también por no conocerla o por ese color blanco, pero cuando la prueban, repiten. La acogida está siendo muy buena, también me imagino por la sorpresa, por probar sabores nuevos», reflexiona, aclarando que su precio es ligeramente más elevado que el de una caja de fresas clásicas.

«El kilo de las fresas normales está a 4,50 euros. Las cajas de medio kilo de estas fresas blancas está a 2,75 euros», apunta, ahondando de nuevo en su frescor.
«Sorprenden… Muchos que la descubrieron ahora también dicen que vale la pena probarlas», acentúa.