La plataforma estrena el 8 de septiembre la serie de ficción «El cuerpo en llamas» y la película documental «Las cintas de Rosa Peral»
19 ago 2023 . Actualizado a las 10:03 h.El 8 de septiembre el conocido como crimen de la guardia urbana de Barcelona, ocurrido en el 2017, se convertirá en protagonista en Netflix con el estreno de la miniserie de ficción que recrea el caso. El cuerpo en llamas está protagonizada por Úrsula Corberó y Quim Gutiérrez, que se ponen en la piel de Rosa y Albert, los dos agentes de policía condenados en esta turbia historia.
La plataforma norteamericana ha anunciado que, además de esta producción de ficción dirigida por Jorge Torregrossa y Laura Mañá, ese mismo día estrenará también Las cintas de Rosa Peral, «una película documental que recoge el testimonio en primera persona inédito hasta el momento y en exclusiva de Rosa Peral, una de las protagonistas del crimen».
En el año 2020, Peral fue condenada a 25 años de prisión por el asesinato con alevosía de su pareja, un crimen por el que también fue condenado Albert López, su amante y agente de la guardia urbana de Barcelona, cuerpo policial al que pertenecían tanto ella como la víctima. Ambos recibieron condenas de 25 y 20 años de prisión, respectivamente. Desde entonces guarda silencio sobre el fatal desenlace de un complejo triángulo amoroso. Sobre ella se ha escrito mucho y se han llenado muchas horas de televisión, hasta el punto de que se convirtió en el foco de atención de uno de los casos más mediáticos de la historia del crimen contemporáneo español.
La película documental está dirigida por Manuel Pérez y Carles Vidal e impulsada por los productores de El caso Wanninkhof-Carabantes. Muestra por primera vez el testimonio de la condenada y material inédito perteneciente a su archivo personal de vídeo y foto, así como entrevistas con su entorno más cercano. «Desde el inicio tuvimos claro, tanto Netflix como todo el equipo, que el gran reto de este proyecto consistía en contar la historia desde el punto de vista de una protagonista a quien no teníamos físicamente [...] Por suerte, lo que iban a ser una serie de llamadas de 8 minutos se convirtieron en videollamadas y esto supuso un gran regalo en el plano visual y narrativo», afirma el guionista Carlos Agulló.