«La casa del dragón» afronta la guerra civil que se avecina para los Targaryen

b. p. l. REDACCIÓN / LA VOZ

PLATA O PLOMO

Rhaenyra Targaryen (interpretada por Emma D'Arcy) y su tío Daemon (Matt Smith), en «La casa del dragón»
Rhaenyra Targaryen (interpretada por Emma D'Arcy) y su tío Daemon (Matt Smith), en «La casa del dragón» Max

Max estrena este lunes la segunda temporada de la serie, ya renovada para la tercera entrega

17 jun 2024 . Actualizado a las 12:38 h.

La casa del dragón, la primera serie derivada de Juego de tronos, vuelve hoy a Max con su segunda temporada y su regreso se produce con dos noticias, una buena y una mala. La buena es que antes del estreno de sus nuevos capítulos la serie ya ha renovado por una tercera temporada. La mala se deduce de esta e implica que los sucesos que están por venir no llegarán a una resolución al final de la temporada, sino que dejarán a los seguidores pendientes de la historia para los futuros episodios.

En la segunda temporada que este lunes debuta, la Casa Targaryen se presenta abocada a la confrontación y dividida en dos bandos internos, el Consejo Verde y el Consejo Negro, formados por sectores de una misma familia que se creen con derechos para tener el poder supremo y ocupar el Trono de Hierro. De fondo, un debate, tan medieval como actual, sobre si el hecho de ser mujer puede penalizar a una primogénita frente a sus hermanos varones.

Según explica en declaraciones a Efe el creador Ryan Condal, esta no es una historia de buenos y malos, sino simplemente un relato de «una familia rota». «Son humanos, con problemas, personas complicadas, pero no hay ni buenos ni malos. En esta temporada lo único que hacemos es resolver los problemas que abrimos en la primera temporada. Hay más juego, se abre el universo y todo es más amplio. Por eso va a haber más conflicto, más guerra, más dragones y más sangre», destaca.

 

«Nosotros somos mucho más interesantes que los Negros», dice rotundamente Glynn-Carney, quien interpreta al Rey Aegon II Targaryen y uno de los principales herederos al Trono por parte del Consejo Verde. «A pesar de que nos superan en armas, dragones y en flota naval, nosotros estamos en la fortaleza del castillo, hemos crecido allí y tenemos el apoyo de todo el pueblo», subraya a Efe.

La legitimidad de los bandos

En el lado contrario se sitúa la casa Velaryon, que defiende que los Negros son el bando con mayor legitimidad en la guerra civil que se avecina en Poniente. Están encabezados por Rhaenyra Targaryen (Emma D'Arcy) y su tío Daemon (Matt Smith).

«A la princesa Rhaenyra le arrebataron el Trono que le correspondía por derecho. Todos los señores lo vieron, se arrodillaron y juraron lealtad a un rey que no era. Están incumpliendo la ley y, por tanto, rompiendo su palabra y el honor, que es algo importante», argumenta a Efe Steve Toussaint (que encarna a Lord Corlys Velaryon, apodado como La Serpiente Marina).

La casa de Lord Corlys y la princesa Rhaenys Targaryen (Eve Best) será una gran ayuda para los Negros. Su destreza estratégica, junto a una enorme flota de barcos, podría ser la clave para cambiar el rumbo de la batalla contra los Verdes, que cuentan con varias figuras de la antigua corte del Rey Viserys y uno de los dragones más poderosos que existen, Vhagar, que obedece al príncipe Aemond (Ewan Mitchell). «Aemond y Vhagar serán las piezas claves de la guerra. Forman un equipo muy potente y peligroso en conjunto, pero también por separado. Desde que perdió su ojo, el príncipe Aemond se encerró en sí mismo y se volvió más violento. A pesar de que él piensa que debería ser el que tendría que haber heredado el Trono y no su hermano, le apoyará y será su guerrero de confianza», apunta Glynn-Carney.

La base de La casa del dragón es la novela de Fuego y sangre, de George R.R. Martin, y en estos ocho capítulos se dará por iniciada la guerra civil de la Casa Targaryen, la «danza de los dragones» que marcará un punto de inflexión en la historia de Poniente.