El aprovechamiento de los ojos del pescado permite producir un ácido usado en cirugía
SOCIEDAD
El humor vítreo de algunas especies contiene una sustancia que se cotiza en el mercado a 60 euros (9.983 pesetas) cada gramo Los ojos de pez, muy abundantes en un país pesquero como Galicia, podrían convertir a esta comunidad en una potencia productora de ácido hialurónico. Esa sustancia, desconocida para el común de los mortales, es uno de los productos de bioquímica más caros del mercado: por un gramo se pagan alrededor de 60 euros (9.983 pesetas). Hasta ahora, la mayor parte de este material se extraía del humor vítreo de las vacas. Pero la «locura» de estas ha provocado una caída en la oferta. En la busca de ese ácido, una empresa ha mirado hacia el mar. Y el Instituto de Investigacións Mariñas ha certificado que es un negocio prometedor.
13 oct 2001 . Actualizado a las 07:00 h.El ácido hialurónico es un producto caro. Muy caro. Se utiliza para múltiples aplicaciones: cirugía ocular, tratamiento de la artritis, operaciones de cosmética... Ese elemento está presente en las sustancias con las que se eliminan las arrugas y en las infiltraciones que se realizan a los deportistas de élite. Ese ácido es uno de los componentes del humor vítreo de muchos animales. Hasta ahora, el mercado se nutría de este producto mediante su extracción del gel que se encuentra en los ojos de las vacas. Pero la encefalopatía espongiforme ha obligado a incinerar los restos de cada res. Y la oferta de ácido ha caído. Con esa problemática como telón de fondo, una empresa ha decidido buscar en el mar nuevas fórmulas para obtener ácido hialurónico. Un producto por el que se paga un media de 60 euros (9.983 pesetas) por gramo. La firma se ha dirigido al Instituto de Investigacións Mariñas de Vigo para pedir una evaluación de si sería o no rentable recoger el humor vítreo de los pescados que llegan a la lonja de Vigo. Y la evaluación realizada por los científicos de este organismo ha sido halagüeña: sí sería rentable. Y mucho más si se consigue que ese proyecto implicase el aprovechamiento de los restos de pescados generados por todas las lonjas gallegas en las que se venden las especies aptas para este plan. Miguel Murado, uno de los expertos que trabajan en esta investigación, considera que «a problemática das vacas tolas fixo moi oportuna esta proposta. Os ollos de peixes que se recollen na lonxa de Vigo probablemente serían suficientes para facer rentable esta actuación. Pero ademáis habería que mirar de poñer en contacto varias lonxas de toda Galicia para reunir unha cantidada aínda máis importante».