Y para comer... Lugo

Alba Díaz-Pachín alba.diaz@lavoz.es

SOCIEDAD

16 sep 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

«Comilonum» en la muralla Nunca se marchen de una casa lucense sin probar bocado. Primero, porque seguro que se perderán algo bueno y segundo, porque cometerán una gran ofensa contra sus anfitriones. No hay nada que aprecien más que la gente de buen diente. Por eso, ayer se reunieron 4.000 personas alrededor de su muralla querida. El motivo, celebrar la tercera edición de una fiesta muy suya: el Comilonum . Esto sí que es un homenaje al patrimonio. El escritor alemán y Premio Nobel de Literatura Günter Grass estaría feliz comiendo junto a la muralla de Lugo. Gunter Grass quiere lavabos, no monumentos A él también le van los homenajes prácticos. De hecho, a las puertas de su 75 cumpleaños, el próximo 16 de octubre, y del descubrimiento de una estatua en su honor, Grass ha «recordado» a las autoridades de su ciudad natal, Gdansk, que el edificio donde nació sigue sin servicios para cada vivienda. Los habitantes del inmueble deben recurrir a los lavabos en el rellano de la escalera y compartirlos con el resto de los vecinos. El autor prefiere que se invierta en lavabos a que se levanten monumentos en su honor. Grass propone que se adecenten de una vez las casas más modestas en lugar de gastarse el dinero en honores, como la estatua que van a dedicarle. Perros y dueños Va camino de ser científico. Los canes terminan por igualarse a sus dueños (o al revés, quién sabe). La asociación Aldea para la defensa de los animales abandonados celebró ayer en Villafranca de los Barros (Badajoz) un concurso especial que constata este hecho. Se buscaba a la pareja perro-amo más parecida. Asimismo, los organizadores también galardonaron al más chucho , más ladrador, más elegante, más salao , al nombre más original y a la pareja ideal de perros. Por supuesto, hubo reconocimientos para los artistas como el que se llevó el perro-músico . Un encanto, dan ganas de casarse con uno. Yeltsin, hecho un chaval El ex presidente ruso Boris Yeltsin presumió de salud tras un chequeo realizado ayer en un centro médico de Berlín. Abandonó la clínica sin complejos, a pesar de que pasó dos días sometido a pruebas cardíacas para revisar el estado de sus cinco bypass . El cirujano jefe que le atendió reconoció que el ex político puede envalentonarse: su organismo trabaja mejor que hace un año, cuando se le realizó otra revisión. Es un «paciente ejemplar», aseguró su médico. Tras este sobresaliente a su corazón, Yeltsin decidió ponerlo a prueba y se fue a la semifinal del Mundial de Voleibol femenino. No satisfecho aún, antes de abandonar la capital alemana quiere salir con otro jubilado , el ex canciller Helmut Kohl. Genio y figura...