Recogen firmas para cambiar la imagen de Conguitos

Rubén Ventureira A CORUÑA

SOCIEDAD

Una profesora de la Universidade de A Coruña denuncia el «racismo» de la mascota y la empresa que lo fabrica rebate que ya le ha quitado la lanza y el ombligo

29 ene 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

¿Es el conguito un lobo con piel de cordero? La inmensa mayoría de sus consumidores jamás se lo habrá planteado, pero sí la madrileña María Frías, profesora de literatura norteamericana en la Facultade de Filoloxía de la Universidade de A Coruña. «Insulta a millones de africanos, hiere la sensibilidad de cualquiera y fomenta estereotipos negativos», enumera. Ha emprendido una campaña de recogida de firmas entre sus alumnos y aprovecha sus ocasionales conferencias (el martes ofreció una en A Coruña) para sumar más rúbricas. Su meta es sensibilizar a Lacasa, la empresa zaragozana que fabrica estos cacahuetes recubiertos de chocolate, para que cambie esa imagen. Sus planteamientos los ha reforzado la comercialización del conguito blanco, «que parece un albino, una etnia discriminada terriblemente en África», recuerda. Frías detalla sus quejas. De entrada, lamenta la «desnudez total» del muñeco. Anabel Cebollada, del departamento de márketing de Lacasa, rebate que al conguito le quitaron el ombligo hace diez años, «a petición de los niños», y que con este cambio «da la impresión de que ya no va desnudo». A vueltas con la lanza Otra de las fijaciones de la profesora es la lanza que porta la mascota, pues «subraya el carácter salvaje de la población africana». Muestra un turrón en el que, sobre las onzas, aparecen en relieve conguitos armados con lanzas. «Es una especie de canibalismo. Te comes al negro», añade horrorizada. Cebollada matiza que el arma fue eliminada de todos los productos de la marca, excepto del turrón. «Antes salía en el envoltorio, y la quitamos. Lo que pasa es que el molde todavía no lo hemos modernizado». Por último, Frías alude a los ojos, «enormes», y a los labios, «exageradamente gruesos y pintados de rojo carmín». Lacasa responde que la imagen de Conguitos «es familiar y entrañable» y que los rasgos físicos de la mascota «gustan a niños y a mayores desde hace cuarenta años», y que por ello no hay intención alguna de variarlos radicalmente.