Yo no acabó de entender muy bien el éxito que tienen las recreaciones de batallas antiguas en tantos y tantos sitios. Por ejemplo, en A Coruña, donde cada verano se enfrentan Drake y Maria Pita con sus correspondientes batallones y cada año ganan los mismos. Es evidente que en todas estas batallas de pega el resultado es inalterable, así que la emoción queda para ver si alguno de los extras que encarnan a los esforzados héroes y villanos del pasado, pues se equivoca de bando, o se le va la mano con la cimitarra o el mosquetón y esas cosas. Hoy les traigo una imagen espectacular de una de estas batallas. En este caso una que se produjo hace exactamente 560 años entre turcos y cristianos, representada por entusiastas de la historia búlgaros y checos. La verdad es que, con la que está cayendo y con la sensibilidad que hay que tener con el choque de culturas, un asalto entre árabes y cristianos no parece demasiado adecuado pero, al fin y al cabo, todas las batallas podían ser como la de la foto o, por lo menos, con el mismo saldo de víctimas. Y ahora vamos con las muñecas. La primera de ellas es una reproducción de Lady Di que anda por el mercado desde 1998. Sin embargo, la salida a la venta de esta especie de Barbie transmutada en la princesa de Gales no estuvo exenta de polémica. La comercializa una empresa estadounidense que, poco después de salir con este producto al que sin duda podríamos tachar de oportunista, se encontró con el rechazo frontal de una fundación para proteger la memoria de Lady Di. Pues bien, un juez acaba de admitir a trámite una querella de la firma privada contra la fundación por «persecución maliciosa» en la que los promotores de la muñeca le piden varios millones de dólares a la fundación por el perjuicio que les causó aquella campaña, incluidas demandas para que cesara la distribución de la muñeca y de otros objetos similares. La empresa asegura que, si gana la demanda, dedicará los fondos a financiar varios proyectos que Lady Di tenía en el Reino Unido antes del trágico accidente en el que perdió la vida. Los proyectos, claro está, son benéficos: ayuda a los afectados por el sida, a las víctimas de las minas antipersona o a los idingentes sin hogar. El altruismo de Jennifer López La popular estrella latina se hizo acreedora la otra noche a esta muñeca en el más puro estilo Lladró que, perdónenme los enstusiastas de esa firma, es un pelín horterilla. Pero bueno, lo importante en este caso no es el gusto del autor de la estatuilla, sino el mérito efectuado por la galardonada. Se trata de los esfuerzos con los que Jennifer ha contribuido para mejorar la calidad de vida de los niños ingresados en el hospital infantil de Los Ángeles. Como ven, la actriz y cantante sigue siendo actualidad, pero al menos ya no por los complicados romances, amores y desamores a los que nos tenía acostumbrados. No es que sus películas hayan mejorado mucho, aunque su capacidad de seducción permanece intacta. Esperemos que la star mantenga una relación estable con Marc Anthony y no sigamos comentando por aquí los vaivenes de su corazón.