Una empresa de genética vende el primer gato clonado por 37.000 euros

La Voz AFP | SAN FRANCISCO

SOCIEDAD

La dueña de un felino muerto en 2003, guardó una muestra de ADN para que fuera replicado La iniciativa ha sido condenada por entidades de defensa de los animales y por los científicos

25 dic 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

Una estadounidense recibió un clon de su gata, muerta en 2003, por el que pagó 37.147 euros en la primera operación de una empresa californiana de biotecnología que espera abrir un nuevo nicho de mercado considerado prometedor. La gata, bautizada como Little Nicky era tan «linda» e «inteligente» que su dueña, una tejana llamada Julia (no se divulgó su apellido) había decidido guardar una muestra de su ADN para intentar clonarla cuando muriera. Así, envió muestras de tejido de su pequeño felino, extraídas cuando estaba vivo, al laboratorio de la empresa, Genetic Savings and Clone de Sausalito (San Francisco). Little Nicky fue entregada a su propietaria el 10 de diciembre, ocho semanas después de su nacimiento. «No veo ninguna diferencia entre Little Nicky y Nicky (la gata original, muerta en setiembre de 2003 a los 17 años de edad), dijo la señora, citada por la empresa. Mismas costumbres La gatita, atigrada y de ojos verdes, nació el 17 de octubre en un laboratorio de Austin (Texas). «Cuando Little Nicky bosteza veo dos puntitos en su lengua, igual que tenía Nicky» , contó Julia. Además, «le gusta el agua como a ella, y salta en la palangana exactamente como hacía Nicky» , agregó. Genetic Savings and Clone había anunciado en febrero de 2002 que había logrado la primera clonación de un gato doméstico. Se trató de Cc (por Copia al carbónico), creado transfiriendo ADN de una célula de gata adulta a un óvulo al que se le había sacado el núcleo, que luego fue implantado en una madre portadora. El nacimiento de Little Nicky significa «un logro inmenso para nosotros», declaró Ben Carlson, portavoz de Genetic. Este año ya hay cinco clientes que firmaron un contrato de clonación, a un precio de 37.000 dólares cada uno, agregó. Cientos de personas guardaron tejidos de sus mascotas en el banco genético de la empresa. La iniciativa fue condenada duramente por las asociaciones protectoras de animales, que creen que se trata de un «desperdicio de recursos», porque «cada año hay miles de animales domésticos que viven en asilos».