El valor de la piel gallega

Alba Díaz-Pachín

SOCIEDAD

27 ene 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

La peletera Olga Ríos reunió ayer a la prensa coruñesa para anunciar que en unos días desfilará por vez primera en Cibeles. Junto a los principales baluartes de su equipo, sus hijas María y Sonia , la diseñadora hizo una alabanza de «la moda en piel» y confió en que el salto a la pasarela madrileña le permita abrirse puertas fuera de las fronteras españolas. Para empezar, anunció que después de Madrid se irá a exponer sus prendas a la feria de Milán, la plaza más importante para los que saben de moda. Ríos también hizo un pequeño avance de cómo será su colección, aunque no reveló mucho porque ya se sabe que un desfile es secreto hasta el último momento. La puesta en escena estará inspirada en un artista muy moderno, joven y actual, con prendas con capucha para la mañana y sofistificación para la noche. La piel se alternará con el punto tricotado a mano y los colores irán del negro al viola, verde esmeralda y brillos. Con ella, serán cuatro los diseñadores gallegos en Cibeles, junto a Antonio Pernas, Kina Fernández y Jorge Vázquez . El otro día salía la noticia de que un cocinero español optaba al premio Bocuse de oro, un galardón que lo catapulta a la fama mundial del sector y que lleva el nombre del que es posiblemente el más famoso chef de todos los tiempos, Paul Bocuse . Pues el premio ya se falló y la suerte de Mario Sandoval no pudo ser peor: quedó de último. El hecho de estar entre los grandes es una alegría, pero me supongo que quedar de último tuvo que ser un disgusto monumental. El certamen lo ganó Serge Vieira, un chef francés de 26 años que, llámenme chovinista, para mí que tiene más sangre galaica que gala. Los que no parecen de por aquí son el segundo y tercer clasificado: el noruego Tom Victor Gausdal , y el danés Rasmus Kofoed . Doy paso ahora al siempre jugoso asunto del cotilleo. Repasando las revistas, las lágrimas de Raniero (la edad no perdona) en el circo y el viaje de Laura Valenzuela a Houston para tratarse de un bulto en el pecho se llevan muchas portadas. Pero lo mejor es, claro, la casi exclusiva de ¡Hola! con la boda de Donald Trump y Melania Knauss. No recuerdo en mis muchos años de convulsa lectora de ¡Hola! un traje de novia con tantos frunces (incluso en el velo) y brillantes. Estos relumbraban por donde se mirase: escote, mano, vestido y hasta ramo, porque no había tal sino que era un rosario de piedras. Lo único elegante de la ceremonia fue la epístola de San Pablo, que leyó Ivanka (hija del novio) durante el oficio religioso. De los invitados, me sorprendió el Chanel que llevó Heidi Klum y que ya lo hemos visto en otro cuerpazo y el collar de esmeraldas de la acompañante de Paul Anka . Del circo monaguesco, y me refiero en sentido literal, destacan las imágenes de las hijas pequeñas de Estefanía , Camila y Paulina , una mezcla de caras con ligero aire de familia (son muy monas y Camila se parece mucho a su madre). Otra niña que acapara páginas del cuore es la noruega Ingrid Alexandra, que cumplió un añito ya y lo celebró con sus papás, Haakon y Mette-Marit. Los modelos imposibles de describir de Jennifer López y Diane Keaton , las ardientes (y me quedo corta) poses de Paz Vega, el segundo embarazo de Rosario Flores (¡la veremos con barriga!) la ruptura de Fran Perea y Verónica Sánchez , la cuota semanal de imágenes de Penélope Cruz (con y sin su Matthew ) y de Isabel Sartorius (con novio y muy feliz, ¡qué bien!) y las fiestas variadas donde lucen delgadeces y trajes (casi siempre prestados) nuestras famosas, completan las paginaciones de una semana rosa muy de moda, es decir, pálida tirando a sosa.