Las madres del mundo saben bien qué es eso tan intangible de la conciliación de la vida familiar y laboral. Hace poco, vi un reportaje en la tele que iba precisamente sobre eso, aunque las trabajadoras eran actrices de éxito. En el fondo, tenían los mismos problemas que mis amigas que comparten hijos y empleo: ven poco a sus hijos, apenas se las valora, tienen que dejarlo todo en manos de otras personas y se sienten culpables. Un desastre, vamos. Pero el caso es que de vez en cuando salta un padre que ejerce como tal con todas las consecuencias, para lo bueno y lo malo. Y aquí entra Tom Cruise. Con o sin placenta, el cienciólogo más famoso del mundo dejó ayer a su compañera Katie Holmes y a su hija Suri en Los Ángeles, se subió a un avión con sus hijos mayores, Isabella y Connor , y se fue a Roma a presentar Misión Imposible 3. Allí fue la estrella de la rueda de prensa (es la única que dará en Europa con motivo de esta gira, porque ya se volvió a Los Ángeles) y además de mostrarse pletórico de felicidad dijo que él personalmente cambiaba los pañales. Recuerden que tanto el príncipe Felipe como Javier Merino (maridísimo de Mar Flores ) no habían cambiado un pañal cuando su bebé llevaba una semana en el mundo. Es decir, no es tan raro que el hombre de la casa no se meta en asuntos escatológicos. Por cierto, Cruise dijo algo que me resulta muy familiar: «Yo estoy aquí, pero la cabeza la tengo en Suri y Katie», y añadió que dejar a su mujer e hija pequeña fue para él una auténtica misión imposible. Dirán lo que quieran de él, pero resulta encantador. Si hay una reina que las españolas treintañeras admiramos esa es Rania de Jordania ; nuestras madres, en cambio, seguro que tienen el corazón partido entre doña Sofía, Grace y Noor . Ayer, los monarcas españoles llegaron a Ammán y allí fueron recibidos por los monarcas jordanos Abdalá II y Rania, y la imagen de la joven reina y de doña Sofía resultó fabulosa. Ambas de blanco, sonrientes y con ese aspecto de que todo lo que hacen resulta muy fácil (por ejemplo, llevaban tacones de diferentes alturas para parecer las dos iguales, y eso no es casualidad). No hay duda de que existe cierto aire entre la joven árabe y nuestra doña Letizia , segura y lógicamente fomentado por la propia ex periodista. Si con cierta frecuencia los desfiles de moda de cualquier punto del globo nos sorprenden con alguna tendencia imposible de llevar, en Sídney han querido ir más lejos que el resto y en el marco de la semana de la moda han desfilado mujeres desnudas. Dicho así, claro, suena fatal la cosa, pero lo cierto es que entre los trapitos de los cien diseñadores que participan en la feria se ha hecho un hueco el desfile de pintura corporal. Como ven en la imagen, el resultado, espectacular (fíjense en la abertura lateral del vestido ).