Don Felipe y doña Letizia, que se casaron el 22 de mayo del 2004, aseguran que sienten «el mismo amor y la misma ilusión» y celebraron su aniversario trabajando
23 may 2009 . Actualizado a las 14:34 h.Los Príncipes de Asturias continúan sintiendo el «mismo amor, la misma ilusión y el mismo compromiso» del primer día, según las propias palabras manifestadas ayer al mediodía por doña Letizia, con motivo de cumplirse el quinto aniversario de su enlace matrimonial con don Felipe. La pareja conversó informalmente con los periodistas al término de la entrega de las becas para estudios de posgrado en el extranjero que concede Caja Madrid, en una ceremonia celebrada en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
El resto del día lo pasaron en privado y disfrutando el mayor tiempo posible con sus hijas, las infantas Leonor y Sofía, con las que hoy asistirán a la primera comunión de Pablo y Miguel Urdangarín y Borbón, hijos de la infanta Cristina.
«No hay nada que puedas hacer que no haya sido hecho, nada que puedas decir que no haya sido dicho, todo lo que necesitas es amor». El príncipe Felipe debió de tener muy presentes las palabras compuestas por el Beatle John Lennon en All you need is love a la hora de elegir a la mujer con la que compartiría su vida. Y es que, a pesar de la presión que había por entonces para que se comprometiese, él siempre insistió en que se casaría por amor. Y cumplió con su palabra.
El 3 de noviembre del 2003, la Casa del Rey anunciaba el compromiso entre el heredero y Letizia Ortiz, una periodista que por entonces presentaba los informativos de la televisión pública. Una decisión que algunos círculos cercanos a la realeza no vieron con buenos ojos, ya que la novia no tenía ningún tipo de vínculo con la aristocracia y, además, estaba divorciada.
Aun así, pocos días después la pareja, que en todo momento permaneció cogida de la mano, ofreció una multitudinaria rueda de prensa para presentar su amor en sociedad.
Todo fue muy rápido a partir de entonces. Tres días después de haber hecho público su noviazgo, tuvo lugar la petición de mano y anunciaban que la boda sería a finales de primavera del 2004.
Llovía a cántaros
Aquella mañana del 22 de mayo llovía a cántaros, pero nada podía empañar la celebración del enlace más esperado. La ceremonia tuvo lugar en la catedral de la Almudena, a la que asistieron más de 1.400 invitados, entre los que se encontraban cerca de 30 casas reales de todo el mundo y otros tantos jefes de Estado. Y a las 11.50, con el Ave María de Mozart como banda sonora, la pareja daba el sí quiero mediante la fórmula de leer el compromiso.
Aunque el público y los fotógrafos esperaban que se produjese el momento más esperado, el del beso, el Príncipe solo besó a Letizia en la mejilla. En las afueras de la catedral los esperaba un Rolls Royce en el que recorrieron las calles madrileñas hasta la basílica de Atocha, donde ella ofrecería el ramo. A mediodía llegaban al Palacio Real, y la gente que había acudido para felicitar a la pareja reclamó el famoso «que se besen», pero por mucho que insistieron no consiguieron que los Príncipes unieran sus labios.
Leonor y Sofía
Tras la digestión de la boda, llegaba el momento de pensar en los hijos. El primero llegó el 31 de octubre del 2005. A pesar de los pronósticos de que sería un varón, el destino quiso que fuese una niña, Leonor. Su nacimiento suponía la continuidad dinástica de la Corona española.
En septiembre del 2006 saltaba la noticia. Doña Letizia volvía a estar embarazada. Se abría entonces el debate sobre quién heredaría la Corona en caso de que fuese niño. Una vez más volvía a posponerse una posible reforma de la Constitución, ya que el 27 de abril del 2007 nacía Sofía, la séptima infanta de España.
A pesar de todo, más tarde o más temprano el Gobierno tendrá que hacer frente a esta cuestión, ya que los Príncipes de Asturias aseguraron que tendrían más de dos hijos y menos de cinco, y quieren tener un niño.