Ya es el segundo mal neurodegenerativo de mayor incidencia y aún hay 30.000 ciudadanos sin diagnosticar
11 abr 2010 . Actualizado a las 02:00 h.A falta de estudios epidemiológicos recientes, se calcula que en España hay unas 150.000 personas afectadas por la enfermedad del párkinson, cantidad que la sitúa como la segunda patología neurodegenerativa en prevalencia e incidencia en este país, después del alzhéimer, según datos ofrecidos por la Federación Española de Párkinson (FEP).
Y con motivo de que hoy se celebra el Día Mundial de esta enfermedad, esta organización, junto con otras como la Sociedad Española de Neurología (SEN), ha desarrollado distintas actividades para dar a conocer la situación de esta patología y de sus pacientes en España.
El párkinson es un trastorno neurológico, neurodegenerativo e invalidante que afecta al 2% de las personas mayores de 65 años, que actualmente son el 15% de la población española. Además, se calcula que hay más de 30.000 ciudadanos que están sin diagnosticar.
Y lo que es peor, respecto a las expectativas de futuro, se prevé que el número de afectados se duplique para el año 2025 y que llegue a triplicarse en el 2050. Los últimos datos del Ministerio de Sanidad sobre esta enfermedad datan del 2003, que cifraban en 100.000 las personas que sufrían esta patología.
Por esta razón, tanto los médicos como los pacientes reivindican la necesidad de hacer un estudio epidemiológico que proporcione cifras exactas y que permita a los pacientes disponer de más y mejor información. Para José Luis Moreno, presidente de la FEP, «la actualización permitiría tomar medidas que no solo beneficiarían a la comunidad afectada, sino también al resto de la sociedad».
Aunque es una enfermedad que se descubrió en 1817, sigue sin poder curarse, porque se desconoce la causa, aunque los últimos avances están siendo significativos. Hoy, la disminución de la movilidad matutina y los trastornos de sueño son dos de sus principales consecuencias. El temblor es con seguridad el síntoma más conocido, pero no el más discapacitante. Los enfermos de párkinson padecen otros síntomas más incómodos, como la torpeza, la lentitud o la pérdida de equilibrio, que incapacitan al paciente para realizar tareas cotidianas, haciéndolo sentirse dependiente.
Por ello, en la vida de estos enfermos el cuidado familiar se hace imprescindible. De hecho, el impacto en el paciente y su entorno es muy importante. El afectado se siente poco comprendido por la sociedad, a causa del desconocimiento de los demás y por el miedo a padecerla de las personas de su entorno, según el doctor Juan Carlos Martínez Castrillo, de la SEN.
En cuanto a los tratamientos de los síntomas, se dispone de algunos que permiten una buena funcionalidad durante diez años. Además, en algunos casos se ha consolidado la cirugía de estimulación cerebral profunda, que se inició hace diez años en España y actualmente son operadas unas 250 personas al año. A esta actuación se suelen someter menores de 70 años en los que no haya deterioro cognitivo y la enfermedad haya tenido entre 5 y 10 años de evolución.