Faldas escocesas, banderas con los colores del arco iris, purpurina, pestañas postizas, disfraces, trajes sadomasoquistas, tangas, lentejuelas, plumas, pelucas y tacones con plataformas fueron los principales ingredientes de la cita del orgullo gay, que se apoderó durante horas de las grandes arterias de la capital.
La manifestación nacional, que este año tenía como lema «Por la igualdad Trans», dio comienzo a las seis de la tarde en la Puerta de Alcalá y se celebró hasta altas horas de la madrugada por los lugares más céntricos. La marcha arrancó con una pancarta que recogía el lema y que estuvo encabezada por la ministra de Igualdad, Bibiana Aído; el Coordinador General de Izquierda Unida, Cayo Lara; el miembro de la ejecutiva del PSOE y concejal del Ayuntamiento de Madrid, Pedro Zerolo, y la directora del Instituto de la Mujer, Laura Seara, entre otros. Inadvertido, pero no cohibido, se situaba junto a ellos Suku Alexander, un transexual israelí que reivindicaba sus derechos. La primera carroza del desfile estuvo compuesta de familias gais, lesbianas, transexuales y bisexuales junto con sus hijos e hijas.
Eran más de 700.000 las personas que soportaban ayer el calor abrasante -33 grados- que caía sobre el asfalto madrileño con ayuda de bebidas, abanicos de los colores del arco iris y pistolas de agua.
Mucho sonido disco-pop y ritmos a tono de samba hacían menear las caderas a todos los transeúntes y con mayor pasión a las drag queens que calzaban inalcanzables plataformas.