Extremadura prohíbe los toros ensogados y embolados y censura veladamente el caso catalán
SOCIEDAD
La Junta de Extremadura prohibió expresamente los toros ensogados y embolados en el reglamento que aprobó ayer para regular las condiciones de promoción, organización y desarrollo de los festejos taurinos populares, con el fin de «erradicar cualquier atisbo de maltrato». Así lo explicó el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, tras la reunión del Consejo de Gobierno. La norma que, entrará en vigor el 1 de enero, trata de garantizar la seguridad de las personas y de los animales para «erradicar cualquier atisbo de maltrato», señaló el presidente extremeño. Fernández Vara precisó que, «formalmente», se prohíbe ahora que se puedan dar situaciones como el uso de alfileres contra el toro, como ocurría en los Sanjuanes de Coria (Cáceres), una práctica que ya se prohibió hace dos años. Sin citar expresamente a Cataluña o el festejo de los correbous , el presidente apuntó que no entiende cómo en algunas zonas hay un «discurso» para los toros y otro para los festejos populares. El decreto prohíbe los festejos que consistan en embolar las defensas de las reses, prendiendo fuego al material o sustancia con que se realiza el embolado, o los que consistan en sujetar antorchas o elementos similares en sus cuernos. Tampoco permite atar reses a un punto fijo con cadenas, sogas o de cualquier otro útil para limitar su movimiento, salvo que ello fuese necesario para la recogida del animal a fin de dar por concluido el festejo.