Ya no sale en el Telexornal, pero sigue sin apartar la vista del cielo
17 feb 2011 . Actualizado a las 13:01 h.El mapa del tiempo galaico no lo sería del todo sin el anticiclón de las Azores y sin Santiago Pemán (Santiago, «primavera del 36»). Tras 25 años como hombre del tiempo en la pequeña pantalla, ahora colabora en algunos medios con sus predicciones y su refranero meteorológico. «Toda mi vida tuve el porvenir en el aire. Primero como piloto, después como hombre del tiempo y siempre en las nubes, siempre en las nubes», comenta.
-¿Y allí, en las nubes, ¿tuvo algún susto?
-No, nunca. Yo empecé a volar muy jovencito y tuve que llevar a mi madre al juzgado para pedir un permiso al juez. Eso me llevó a tener mucho más cuidado, ya que era viuda, estaba delicada de salud y no quería darle un disgusto.
-¿Y cómo es eso de volar entre cúmulos y nimbos?
-Pues la peor nube es precisamente esa, el cumulonimbo. Dentro puede tener en suspensión bolas de hielo como pelotas de tenis. Así que atravesarla sería fatal.
-Usted siempre será el hombre del tiempo en Galicia. ¿Todavía le paran mucho por la calle?
-Uy, sí. Muchísima gente. En la calle y en las grandes superficies. Estoy en la caja para pagar y enseguida vienen y me hablan. Noto mucho el cariño de la gente. A mí que me paren nunca me ha molestado.
-En Facebook dicen que es usted el gallego más fiable. ¿Pemán «for president»?
-[Se ríe] Bueno, mucha gente me dice que acertaba mucho, y no cabe duda de que es así porque, si no, no habría estado tantos años. Es un tema que me gusta y no me puedo separar de él ni de día ni de noche. Estás durmiendo, sientes pasar un avión a reacción y dices: «Pues buen tiempo». ¿Por qué? Porque el aire frío cae y el cálido sube, y cuando se oye el avión es que hay aire frío y deja muy poquita estela. Eso es señal de buen tiempo. Si dejan el cielo todo escrito, es que en dos o tres días el tiempo cambia.
- Mmm, eso está bien saberlo.
-Son cosas que hoy en día Internet no te dice.
-Pues usted tiene blog. ¿Qué consultas le hacen?
-Depende de la época. En cuestiones agrarias, ahora toca poda. Soy de la opinión de esperar a la siguiente luna menguante, por el retraso que lleva el año. También me pregunta gente que se va a casar.
-Deberían ponerle los huevos a usted y no a Santa Clara.
-Esa es una tradición muy bonita. Hay un refrán que dice: «Si quieres buen tiempo, lleva huevos al convento». Y de ahí lo de las monjas de Santa Clara. También me preguntan para arreglar tejados, para fiestas... De todo.
-¿Es verdad que dio el tiempo con una pitón al cuello?
-Ah, sí. Eso fue una vez que vino a la televisión un señor, me parece que de Fene, y tenía muchos animales. Yo vi la serpiente, me gustó y la toqué. Le dije: «¿me la dejas, que voy a grabar el tiempo con ella?». Me dijo que sí y me la llevé. Luego salí dos veces más con esa pitón. Se llamaba Fun.
-Confiese: ¿nunca ha fallado una predicción?
-Fallo estrepitoso, no. Trataba de nadar y guardar la ropa.
-¿Su estación favorita?
-Voy a decirlo: odio el verano. No soporto tener 28 grados, una humedad del 70%, sudar todo el día y no poder descansar de noche.
-Entonces, de playa ni hablamos.
-Sí, sí. A mí me gusta bañarme en el mar, pero ir allí a quemarme la piel, pues no. Fíjate que las que mejor piel tienen son las monjas, que toda la vida la tuvieron tapada.
-¿Qué fenómeno le encantaría presenciar?
-Las auroras boreales y los relámpagos en bola.