La muestra recorrerá diversas ciudades españolas
06 dic 2011 . Actualizado a las 19:49 h.Veinticuatro zapatos-escultura de tres metros de alto decorados con pintura, collage o grafiti por distintos artistas recorrerán durante el próximo año las principales ciudades españolas dentro de una exposición que busca homenajear el calzado nacional y ayudar a la reactivación del consumo.
Estas llamativas esculturas gigantes ya se exhiben en la plaza de la Ficia de Elda (Alicante), su primera escala para, a partir del día 12, iniciar su itinerancia por Madrid, Valencia, Alicante y la riojana Arnedo, entre otras poblaciones con las que se negocia, como la francesa de Lyon.
Un grupo de hormigas escalando el zapato, un bodegón de manzanas, figuras humanas subiendo y bajando escaleras y un particular álbum fotográfico titulado «Made in Spain», con los retratos de algunos de los artistas más populares, como Lola Flores, Isabel Pantoja, Paquirri y Camilo Sesto, son algunos de los zapatos-esculturas que más llaman la atención.
También son objeto de las fotos de los curiosos un «colage» de fotografías de modelos con poca ropa (con el título Ellos a tus pies) o cuerpos pintados de mujeres sugerentes en vivos colores.
Con el título Shoe Street Art, el divertido conjunto escultórico surge a iniciativa del Instituto Tecnológico del Calzado (INESCOP), con sede en Elda, que a su vez se inspiró en la acción «Cowparade», la conocida y extravagante exposición de vacas pintadas surgida en Chicago en 1999, que en pocos años ha recorrido medio centenar de ciudades de los cinco continentes.
Con un coste por unidad de unos 1.500 euros, cada uno de estos moldes de 2,44 metros de alto (sin contar la peana) y 2,10 de ancho han sido decorados y lacados para que resistan todo tipo de inclemencias meteorológicas.
El objetivo es que, a través de un soporte tan conocido como el zapato, el espacio urbano acerque al espectador con el mundo del calzado y consiga su complicidad a través de una representación artística crítica, irónica o que invite a la reflexión.
A los artistas, la mayoría vecinos de la población eldense, se les proporcionó una maqueta en blanco de este zapato «bottier» del número 37 y, a partir de ahí, utilizaron su imaginación para decorar.