Chanel propone un nuevo vintage para el otoño

lola loscos PARÍS / EFE

SOCIEDAD

Karl Lagerfeld traduce los mejores hallazgos de la firma al siglo XXI

04 jul 2012 . Actualizado a las 06:58 h.

El universo del lujo Chanel declinará el próximo otoño-invierno entre grises, plateados y rosas pastel, bordados de nácar, marfil, plumas, flores o volantes, en búsqueda de un new vintage, un nuevo renacer de los mejores hallazgos de la historia de la firma, traducidos al siglo XXI por Karl Lagerfeld. Junto a esta doble paleta dominante de infinitos grises y rosas, hecha también de brillos irisados, rota a veces por negros, blancos y lilas muy claros; y más raramente por algunos toques de azul y granates rojizos, otra de las claves del otoño-invierno 2012-2013 será la omnipresencia del tweed.

Materia prima fundamental en la historia de Chanel, que nunca dejó de triunfar desde sus pasarelas y sus boutiques, con ella se confeccionaron los nuevos trajes de chaqueta Chanel y sus conjuntos de abrigo evasé hasta las rodillas

Estos podrán ser de cuadros grises y rosas de diferentes tamaños y tonos, a veces muy grandes, rectos o atravesando la silueta en diagonal. A cuadros o a rayas, igualmente en abrigados vestidos rectos o levemente evasé, siempre por encima de las rodillas, el nuevo tweed se portará sobre medias plateadas y zapatos de tacón

Para las ocasiones más elegantes, los trajes de chaqueta cortos se adornarán con efectos de lazos y volantes de seda sobre el pecho.

El nuevo vintage con el que Lagerfeld bautizó su colección pasará también por pantalones muy holgados, trajes de chaqueta blancos, de falda evasé y abrigos largos cerrados con dos grandes botones, vistosamente bordados, como gran parte de los modelos presentados, hechos con incrustaciones de lentejuelas, pompones, flores, hilos metalizados y las más variadas pedrerías.

Algunos conjuntos de terciopelo; vestidos de tirantes, cortos o largos, construidos con satén negro y gris, o rosa y gris perla; y modelos enteramente negros, dieron paso a un tweed de noche, teñido de rosa, plata y gris polvo, en conjuntos bordados de chaleco corto, hasta las caderas, sobre conjunto de falda larga, o chaleco largo sobre vestido túnica de plata.

Las galas Chanel del invierno próximo podrán vestirse también con modelos bordados de lentejuelas azules y fucsia, o grises y fucsia; vaporosos pantalones muy anchos, blancos, negros, rosa pastel, de tul, también bordados, portados con blusas a juego en tonos muy claros o negros. Solo la espalda se desnudará en el Chanel de la próxima temporada invernal, muy clásico y ultraactual a la vez, carente de profundos escotes, audaces transparencias e indiscretas aperturas y calados.

El broche final fue más que espectacular y también un homenaje al saber hacer de la Alta Costura y sus célebres «manos de oro», con un voluminoso vestido de novia de línea piramidal, en enorme evasé a partir del talle y los codos, bordado enteramente de plumas blancas, sobre tul.