El novio de Magdalena de Suecia, nervioso horas antes de la boda

Redacción / La Voz

SOCIEDAD

Los novios saludaron ayer desde un balcón del Grand Hotel, donde ayer hubo una cena en su honor.
Los novios saludaron ayer desde un balcón del Grand Hotel, donde ayer hubo una cena en su honor. afp< / span>

La ceremonia, en la que la princesa contraerá matrimonio con Chris O'Neill, tendrá lugar a las cuatro de la tarde en Estocolmo

08 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La tradición dice que son las novias las que se ponen nerviosas la víspera de la boda, pero si la que se casa es una princesa de sangre real, lo lógico es que sea su prometido al que no le llegue la camisa al cuerpo. Por eso no es de extrañar que Chris O'Neill, un inversor de altísimo nivel y habituado a la alta sociedad británica y neoyorquina, esté atacado ante su boda con la princesa sueca Magdalena. Así lo reconoció el financiero al canal de televisión local TV2, cuyos periodistas lo cazaron al vuelo por la calle -iba a paso apurado hacia el palacio real de Estocolmo- y ante los que reconoció que estaba «algo nervioso». También dijo que lo importante era que hoy, cuando se celebre la boda, haga sol para que todo brille como debe.

La ceremonia tendrá lugar a las cuatro de la tarde -Estocolmo comparte hora con España- pero ayer comenzaron los fastos. Al tratarse de la tercera hija de los reyes, la fiesta no tiene el oropel de las ceremonias de herederos, aunque no le falta glamur. Las casas reales del norte europeo acudirán en gran número, e incluso Gran Bretaña estará representada por los Wessex. España, en cambio, no enviará a nadie, y tampoco explicaciones por ello.

Para calentar motores, ayer los reyes celebraron una cena privada con sus amigos e invitados en el Grand Hotel, situado a la orilla de uno de los canales de Estocolmo, frente al Palacio Real, y además de testas coronadas a la cita acudió Valentino, diseñador de cabecera para la familia y posible autor del mejor secreto de hoy.