La Policía británica anunció ayer que está examinando nuevas informaciones sobre el caso
18 ago 2013 . Actualizado a las 10:59 h.La muerte de la princesa Diana de Gales en 1997, en París, parece haber encontrado un nuevo rumbo. La Policía británica anunció ayer que está examinando nuevas informaciones sobre el caso, lo que ha levantado una auténtica polvareda en los medios de comunicación del país.
La policía de Londres, que se apresuró a precisar que esto no significa de momento la reapertura del caso, está comprobando la credibilidad de esas nuevas informaciones aparecidas en torno a la muerte de Diana y de su novio, Dodi Al Fayed, en el accidente de coche que tuvo lugar en la capital francesa el 31 de agosto de 1997. El vehículo iba conducido por el chófer, Henri Paul.
«La policía metropolitana está examinando informaciones que se han recibido recientemente sobre esas muertes y está estudiando su relevancia y credibilidad», indicaron responsables de Scotland Yard en un comunicado que recoge la agencia AFP. «No se trata de una nueva investigación», se apresuraron a añadir esas mismas fuentes.
Sin embargo, la investigación sobre los nuevos datos la llevará a cabo el Mando Criminal Especializado, precisa Efe, que subraya que, en principio, Scotland Yard se limitará a evaluar «la relevancia y la credibilidad» de los nuevos elementos de juicio antes de dar un paso más determinante.
Teoría de la conspiración
Diana, exesposa del príncipe Carlos de Inglaterra, heredero de la Corona británica -padres ambos de los príncipes Guillermo y Enrique-, murió en el hospital tras el siniestro, mientras que Dodi Al Fayed, hijo del millonario egipcio Mohamed Al Fayed, y el chófer perecieron en el acto.
El guardaespaldas de Al Fayed, Trevor Rees-Jones, sobrevivió al impacto. Ninguno de ellos llevaba puesto el cinturón de seguridad.
La investigación oficial (Operación Paget) finalizó en el año 2008 y resolvió que la pareja falleció en un accidente de coche como consecuencia de «la conducción extremadamente peligrosa de varios vehículos», algunos con paparazis a bordo que perseguían a Lady Di. Las pesquisas pretendían probar una supuesta conspiración para acabar con la vida de la princesa, teoría que en principio se descartó al no existir pruebas de que se tratase de un asesinato.
Carlos y Diana se casaron en 1981 y se divorciaron en 1996, un año antes del siniestro.