La Iglesia aceptará a los divorciados que mantengan una nueva relación

R. R. García REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Atlas TV

El papa dice que «no están excomulgados y no van a ser tratados como tales»

06 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

«Nunca las puertas cerradas, nunca. La Iglesia no tiene nunca cerradas las puertas a nadie». Por si no había quedado claro en sus anteriores mensajes, el papa Francisco hizo ayer, en su primera audiencia general tras las vacaciones, un llamamiento firme y directo para la integración y aceptación en el seno de la iglesia de las personas divorciadas que se han vuelto a casar por lo civil y forman nuevas familias, de las que dijo que en ningún caso «están excomulgadas».

«La Iglesia sabe bien -dijo- que tal situación contradice el sacramento cristiano, pero con corazón de madre busca el bien y la salvación de todos, sin excluir a nadie», aunque precisó, aludiendo a un mensaje de Juan Pablo II, que es necesario diferenciar «entre quiénes han sufrido la separación y quiénes la han provocado». El pontífice insistió en la necesidad de acompañar tanto a los separados como a sus hijos, que son «quienes más sufren estas situaciones». «Es necesaria -manifestó- una fraterna y atenta acogida a los bautizados que han establecido una nueva convivencia después del fracaso del matrimonio sacramental. Estas personas no están en efecto excomulgadas y no van a ser absolutamente tratadas como tales: ellas forman parte siempre de la Iglesia».

No es la primera vez que Francisco se pronuncia de esta forma, pero sus palabras adquieren ahora una especial trascendencia si se tiene en cuenta que a finales de octubre se celebrará un decisivo Sínodo de la Familia que muy probablemente abrirá las puertas de la Iglesia católica tanto a las nuevas formas de familia, desde los divorciados a las parejas de hecho, como a los homosexuales. Son cuestiones que, aunque impulsadas por el propio papa, tienen no pocos detractores entre los obispos, como se demostró en el sínodo del pasado año. La mayoría parecen dispuestos al cambio, aunque hay reticencias. Lo que tendrá que precisarse es cómo materializar esta apertura, algo que el pontífice reconoce que no será fácil. «No tenemos recetas sencillas -dijo-, pero es preciso manifestar la disponibilidad de la comunidad y animarlos a vivir cada vez más su pertenencia a Cristo y a la Iglesia».

Francisco entiende que habrá que hacer un esfuerzo, en especial por los niños de los divorciados o de los que se encuentren en otras situaciones irregulares. «Es importante que ellos sientan a la Iglesia como madre atenta a todos, dispuesta siempre al encuentro», manifestó.

Las parroquias gallegas permiten que sus hijos reciban sacramentos

«El papa está marcando el camino hacia la integración y la acogida», destacó ayer Francisco Prieto, vicario para la Nueva Evangelización de la diócesis de Ourense. Se trata de una ruta que ya ha emprendido la iglesia gallega para adaptarse a la nueva realidad social, la de hijos de divorciados y de parejas de hecho a las que se les ofrece el sacramento del bautismo o de la comunión.

«En nuestra vida parroquial -precisa Prieto- nos encontramos de manera habitual con padres separados o con parejas de hecho que piden el bautismo y la comunión para sus hijos, y la actitud que tenemos es la de la acogida. No tienen que sentirse excluidos, y ni mucho menos marcados». El representante del obispado de Ourense entiende que «una ruptura tiene que doler profundamente a los que la sufren, y en ese dolor nosotros tenemos que poner el linimento que cure, no el dedo en la llaga». «¿Quién puede decir que es totalmente perfecto en su vida moral?», se pregunta. En este sentido asegura que, tal y como ya ha anunciado el pontífice, «la Iglesia debe tener una actitud de acogida, de comprensión y de acompañamiento para los separados y sus hijos».

Pregunta con mensaje

Para entender esta nueva situación, el papa lanzó ayer una pregunta en su mensaje en el Vaticano: «¿Cómo podemos pedirle a estos padres educar a los hijos en la vida cristiana si están alejados de la vida de la comunidad?».