Cayetano Martínez de Irujo: «En Casa de Alba Fine Food estamos abiertos a la rubia gallega»

Ana Montes MADRID

SOCIEDAD

CESAR QUIAN

Aceite, miel, ibéricos, dulces, carne y cerveza forman la despensa de la marca «gourmet» del noble andaluz

29 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El sello Casa de Alba nació en el 2014 con el aceite de oliva virgen extra, 100 % procedente de los olivos familiares centenarios de El Carpio (Córdoba) y, a partir de ahí, la marca ha ido aumentando el surtido logrando un puesto en el nicho gourmet nacional e internacional. Consolidada ya como marca de alta calidad, Cayetano Martínez de Irujo, hijo de la fallecida Duquesa de Alba, ha llevado al Salón de Gourmets las últimas novedades gastronómicas de la empresa que lidera.

-¿Tienen previsto incorporar la rubia gallega a su oferta de carne noble?

-Estamos abiertos a tener otras variedades de España que bien podría ser la rubia gallega porque, como mis hermanos ya no nos proveen exclusivamente, necesitamos más producto de calidad. Se nos han ofrecido muchas ganaderías de Salamanca que crían también la misma raza morucha pura cruzada con charolaise, pero nuestra prioridad es ahora consolidar lo nuestro.

-¿Por eso se han asociado con el grupo Embajadores?

-Sí, a nosotros nos interesa la vaca vieja pero también el capón, que es el ternero al que se castra consiguiendo un punto que lo hace exclusivo. Por eso queremos seguir teniéndolo. De la finca familiar de Salamanca aún me abastezco de una parte de capones pero ya solo de 20 de las 60 vacas viejas.

- ¿Qué debería tener la ganadería gallega para que la ficharan?

-Una carne de enorme calidad de vaca vieja 100 % de pasto, porque hoy día no hay suficiente para cubrir toda la demanda, y un producto diferente como lo es el capón.

- ¿Están los productos de mar y de las rías en su punto de mira?

-No, de momento nos hemos centrado en los que se criaban en nuestras fincas y, aunque estamos estudiando ofertas, todos los que incorporemos tienen que seguir una línea coherente.

-¿Le están saliendo muchos novios para ser sus proveedores?

-Nos está costando todo mucho, como a todos, porque hay demasiado de todo incluso en la gama alta, porque no hay tantos sitios, tienen que estar bien posicionados y tener rotación. Además debes tener otra categoría para la gran distribución y que rente. Así que nos interesa tener una buena red de comercialización.

-¿Es ahora cuando se siente más vinculado a la tierra?

-No, yo siempre quise ser ingeniero agrónomo pero en esa época no pude porque mi madre estaba casada con Jesús Aguirre. Pero si mi padre hubiera vivido, yo habría sido agrónomo. Por eso me he dedicado a los caballos y a ser deportista, una profesión también impensable para un miembro de mi familia. El campo es lo que siempre me ha gustado y ahora la vida me ha obligado a retomar lo que siempre he tenido dentro, a pesar de haber nacido en el sitio opuesto.

-¿Ha tenido que aprender a ser empresario?

-Sí, de la noche a la mañana. En el 2015 me quedé en la calle sin ninguna ayuda y dentro de la Casa de Alba, donde tenía muchas cosas, pasé a tener solo la marca. Ha sido muy difícil tirar para adelante en solo dos años pero ahora ya estamos encarrilados.

-¿No ha tenido ayuda?

-En la vida no te ayuda nadie, a no ser que te quedes en tu zona de confort. Pero si quieres salir al mundo real a pelear con los demás, nadie nos ayuda a ninguno. Aprender depende de la persona, no del apellido. La educación sí te condiciona pero yo he roto todas las barreras que me impuso mi educación, mientras la mayoría se han quedado ahí.

-¿Tener un apellido noble obliga a nobleza en el producto?

- No, la calidad depende de a lo que tú te quieras obligar. Nadie te puede obligar a nada porque a la aristocracia tampoco le dan ya nada.

- ¿Cómo era la cocina de la Casa de Alba?

-Mi madre la convirtió en uno de los principales pilares. Sus gustos eran afrancesados y, después de vivir siete años en Francia, me siento como ellos, porque los franceses aman su país, lo cuidan y lo trabajan con refinamiento. Esto no quiere decir que la Casa de Alba se vaya a afrancesar. Solo quiero cuidar la marca y hacerla rentable.