José Timiraos Pena, propietario de una frutería en Viveiro
07 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.En el mes de junio, las cajas de cerezas rojas y relucientes son un reclamo de primera para quienes pasan por delante de la frutería que dirige José Timiraos Pena en la Avenida de Ferrol, en plena travesía urbana de Viveiro. Durante el invierno lo son las mandarinas, las fresas, los kiwis o las naranjas. «Hai moita xente de paso que entra un día porque ve desde fóra unha froita que lle apetece. Xente que non che vén coa bolsa da casa, e esa é a clientela que temo perder, non a de diario», expone el propietario de Frutería Eva. En su opinión, la mayor parte de los consumidores no están mentalizados todavía de que en poco tiempo dejarán de existir las bolsas gratis en todas partes.
«Nos grandes é diferente»
«Nos supermercados é diferente. Ao mellor vas preparado coa bolsa grande, ou sabes que vas facer unha compra de cincuenta euros e vanche cobrar uns céntimos polas bolsas, así que che dá igual, pero nunha tenda pequena é moi distinto. Ao mellor fas unha compra casual un día que pasas por ela, e a min como vendedor penso que me vai dar apuro cobrar cinco céntimos de bolsa a quen compra catro peras», reflexiona el emprendedor viveirense. Y pone otro ejemplo: «Hai quen vén comprar unha barra de pan que custa 85 céntimos, e se necesita bolsa voulle ter que cobrar 90». Con todo reconoce que tiene clientes fijos que acuden al establecimiento con sus propias bolsas o con bolsas de tela o ecológicas desde hace algún tiempo. Según señala Timiraos, el verano supondrá una prueba de fuego, puesto que en esa época en toda la comarca mariñana hay mucha gente de paso. Igual que otros vendedores, lamenta que las medidas económicas vayan a tener finalmente más efecto en la reducción del consumo de bolsas de plástico que la preocupación por el medio ambiente.