Uno de cada cuatro chicos gallegos de 12 a 17 años ha apostado alguna vez
SOCIEDAD
Un estudio de la USC denuncia la falta de control de menores en los locales de juego
15 may 2019 . Actualizado a las 19:11 h.Cada vez hay más y cada vez están más cerca de los centros escolares. La proliferación de los locales de apuestas (y, sobre todo, de máquinas para apostar en los bares) en las ciudades gallegas es un hecho. La presencia de menores de edad en ellos, también. Los datos provisionales de un estudio llevado a cabo el grupo de la USC dirigido por Antonio Rial Boubeta, doctor en Psicología Social y profesor del Área de Metodología de las Ciencias del Comportamiento, lo ponen de manifiesto. Uno de cada cuatro jóvenes (el 23,5 %) entre 12 y 17 de años ha apostado alguna vez. Y la mayoría de ellos (el 22,4 %) lo ha hecho mediante apuestas presenciales.
El estudio exploratorio -que por ahora abarca una muestra de 4.000 estudiantes de las diferentes provincias gallegas y que llegará a 6.000 a su término- refleja la implantación de los locales de apuestas en la juventud gallega. Son ya una modalidad de ocio y vida social. Aunque muchos de los chicos que apuestan también lo hacen on-line, el incremento de las apuestas presenciales es uno de los indicadores más llamativos. El 86 % de los que apuestan on-line también lo hacen presencialmente.
¿Por qué ocurre esto? El profesor indica que «ir a los locales de en donde se puede apostar ya forma parte de las prácticas de la tribu social». Además, «no necesitas burocracia, ni dar una tarjeta, ni inscribirte, ni nada, tan solo tienes que ir allí y apostar». Todo, pese a tratarse de algo ilegal. En el estudio los chicos señalan que el 80 % de los casos no se les pide el DNI en los locales de apuestas. Tampoco en las máquinas de los bares, que ahora es la principal vía de entrada: tres de cada cuatro jugadores apuestan de esa manera.
Mayoría masculina
El mundo de las apuestas resulta especialmente masculino. La proporción pasa de tres a uno respecto a las apuestas por parte de menores. El 34 % de los varones entre 12 y 17 años han apostado alguna vez, frente al 12 % de las mujeres (un dato, no obstante, que crece con el tiempo). Estos porcentajes aumentan con la edad. Entre los 14 y 15 años ya ha apostado uno de cada cinco chicos y el 7,3 % lo hace como mínimo una vez al mes. Si se toma como franja los varones de 16 a 17 años, el resultado es de que un 52,6 % ha hecho estas apuestas alguna vez en su vida.
A partir de estos datos iniciales, el equipo de Rial Boubeta ha hecho una estimación de la adicción al juego. Aplicando un instrumento de cribado internacional (Brief Adolescent Gambling Screen), se deduce que un 2,2 % del total de los adolescentes podrían estar teniendo ya problemas con el juego. Siguiendo con esta estimación, un 1,8 % serían usuarios problemáticos, con alta capacidad de desarrollar un trastorno de juego en el futuro. Concluye la visión indicando que un 0,4 % adicional presentaría ya evidencias de una ludopatía.
Conocimiento de los padres
Los jóvenes que apuestan saben que es ilegal. Sin embargo, cuando acuden a un bar no se encuentran con los obstáculos que, por ejemplo, sí tienen para comprar tabaco. El 88,7 % es consciente de que no debería jugar. También resulta llamativa la postura de los padres. Según lo declarado por los encuestados, dos de cada tres progenitores saben que sus hijos apuestan.
«Estamos ante un problema muy serio de salud pública»
Antonio Rial Boubeta es uno de los expertos que ha aportado su visión para le nueva Lei do Xogo que prepara la Xunta. Pide que se actúe con máximo rigor a la vista de las consecuencias.
-¿Cuál es la situación actual?
-Sin querer ser alarmista, esta situación es cuando menos preocupante. Los pocos indicadores que hay indican que va a más. Desgraciadamente, en España no existen estudios, pero en los países donde sí existen indicando ese crecimiento. Eso se correlaciona con el lugar que está ocupando la industria del juego. El crecimiento interanual de este sector está entre el 20 % y el 30 %
-¿Se ha sido permisivo con la industria del juego?
-Totalmente. No voy a demonizar ningún sector económico. El juego genera riqueza y puestos de trabajo. Pero hay que establecer unas condiciones, donde se tenga en cuenta que estamos antes un problema muy serio de salud pública. Si de motu proprio el sector del juego no lo hace, es la administración la que tiene que velar con una actitud responsable. La prueba de que se nos está yendo de las manos es que la actual Lei do Xogo de Galicia es de 1985.
-¿Qué tiene que hacer la Xunta ahora, según usted?
-Velar porque se cumpla una serie de reglas del juego, que minimicen los problemas y las consecuencias que puede tener el juego no regulado. Además, hay que hacer una ley responsable que ponga miras a medio plazo. Que intente al máximo regular hasta donde alcanza. Por ejemplo, no podemos pedirle que regule la publicidad en Internet. Hay cuestiones que se van del alcance y competencias autonómicas. Pero, por ejemplo, regular el juego presencial o la presencia de las apuestas deportivas en los bares sí que lo puede hacer. Además, está todo lo relativo a prevención. Igual que se invierte en prevenir el consumo de alcohol, hay que invertir en esto. Se hace necesario revisar la cartera de programas de prevención.
-Usted está colaborado en la nueva ley.
-Valoro muy positivamente que la Xunta haya recogido diferentes sensibilidades para hacer una ley desde el consenso, el rigor y la responsabilidad. Me es muy grato poder participar en ese grupo y soy optimista. Pero veo que va todo muy lento, que los trabajos no progresan hasta día de hoy.