Los tesoros de incalculable valor que contenía la catedral de Notre Dame

Mónica Pérez
M. Pérez REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

La corona de espinas que habría portado Jesús de Nazaret en el momento de la crucifixión
La corona de espinas que habría portado Jesús de Nazaret en el momento de la crucifixión Philippe Wojazer | Reuters

La construcción, con más de 800 años de historia, era una de las joyas del gótico francés y albergaba varias piezas irremplazables

18 abr 2019 . Actualizado a las 20:06 h.

El incendio que ha devorado buena parte de la catedral de Notre Dame ha destruido más de ocho siglos de historia que había resistido la Revolución Francesa y dos guerras mundiales y había sido testigo de momentos clave en la historia de Francia, como la beatificación de Juana de Arco, la coronación de Napoleón o el funeral de Charles de Gaulle, entre otros. Además albergaba varias joyas del arte irremplazables de incalculable valor. 

La corona de espinas de Jesús

 No está comprobada su autenticidad pero es una de las joyas que se ha salvado del fuego
No está comprobada su autenticidad pero es una de las joyas que se ha salvado del fuego Philippe Wojazer

Entre las principales reliquias que se conservan en la catedral de Notre Dame y que por suerte han conseguido salvarse de las voraces llamas está la corona de espinas que Jesús portaba en la cruz. Pese a que su autenticidad no está probada, este objeto se correspondería con la corona que los soldados romanos colocaron a Jesucristo en el momento de la crucifixión para burlarse de él al autoproclamarse rey de los judíos. Junto a este objeto milenario también se guardaban un trozo de la cruz y varios clavos con los que habrían clavado a Jesús en ella. Estas reliquias no se sabe aún si han logrado salvarse o no. 

Rosetones

Vista del rosetón norte de la catedral de Notre Dame en una imagen de archivo
Vista del rosetón norte de la catedral de Notre Dame en una imagen de archivo Charles Platiau | Reuters

La catedral de Notre Dame cuenta con tres enormes vidrieras denominadas rosetones, situados en las fachadas norte, sur y oeste (dos de ellos tienen un diámetro de 12,90 metros). En algunos se conservan piezas de los siglos XII y XIII, además de otras ya restauradas. Los tres se habrían salvado, aunque aún habrá que esperar para conocer con exactitud los daños provocados por el humo y el fuego. «Por lo que he podido ver, las vidrieras no han resultado alcanzadas, los tres bellos rosetones que datan de los siglos XII y XIII estaban aún ahí», ha explicado a la cadena de televisión BFM el portavoz de la catedral, André Finot, quien ha podido visitar la nave durante la noche según recoge la agencia Europa Press. Según Finot, otras vidrieras sí que han sufrido daños durante el siniestro. «Se trata de vidrieras del siglo XIX, mucho menos importantes, las que se han visto afectadas, pero no las joyas del siglo XIII», ha subrayado. «Ha sido casi como un milagro, estamos muy aliviados», ha reconocido.

Las gárgolas

Las gárgolas son otras de las joyas de la catedral. En la imagen la llamada Stryga, una de las más famosas
Las gárgolas son otras de las joyas de la catedral. En la imagen la llamada Stryga, una de las más famosas Charles Platiau | Reuters

Los seres imaginarios tallados en piedra que cobraban vida en El jorobado de Notre Dame también son otros de las obras singulares que posee la catedral. Sobre las gárgolas de la catedral parisina circulan numerosas leyendas negras, como la que narra que tras la muerte de Juana de Arco, las piezas cobraron vida y aterrorizaron París. Los expertos deberán revisar el estado en el que han quedado y las temperaturas a las que ha sido sometida la piedra, ya que podrían estar dañadas de forma permanente. 

El órgano más grande de Francia

Entre los imponentes muro de la catedral de Notre Dame también está el fastuoso órgano fabricado por Aristide Cavaillé-Coll, el más grande de París. Data del año 1868 y está compuesto por cinco teclados con 109 teclas y casi 8.000 tubos. Según ha confirmado Europa Press, el órgano tampoco se habría visto afectado por el fuego, aunque también habrá que ver si ha sido dañado «por la fuerte presión del agua». El organista titular de la catedral, Vincent Dubois, también ha expresado su alivio por el hecho de que el órgano se haya salvado. «Es un milagro», ha comentado en declaraciones a franceinfo. El músico ha reconocido que ha pasado la noche «con los dedos cruzados para que las claves de la bóveda no cayeran» sobre el órgano. Según Dubois, ahora lo que habrá que hacer sería «desmontar el instrumento y preservarlo hasta que el techo y la bóveda estén consolidados». «El sonido del instrumento resonaba en una acústica particularmente excepcional que hace de él uno de los instrumentos emblemáticos del mundo actual», ha defendido Dubois.

Además de estos cuatro joyas del arte, la catedral de Notre Dame albergaba muchas más, de las que por el momento, se desconoce su estado tras el incendio. Una de ellas es su espectacular techo, que es muy probable que se haya destruido casi por completo. Era especialmente relevante al ser uno de los más antiguos de Europa y estar construido, cada una de la vigas, con un árbol distinto. Se necesitaron más de 1.300 robles para terminarlo. También albergaba la Piedad, una escultura de Nicolás Coustou del siglo XVIII, situada en la cabecera del templo. Otra escultura imponente es la de la Virgen de París, que mide casi dos metros y representa a la virgen María y al niño Jesús. Data el siglo XIV y es una de las treinta representaciones de la virgen que podían verse en la catedral. También en honor a la virgen son las grandes pinturas con poemas (alrededor de unas cincuenta), denominadas Les Grand Mays. De gran valor es asimismo la pintura de Santo Tomás de Aquino, del pintor Antoine Nicolas, del año 1648. Y otra escultura relevante es la del Bello Dios, realizado en el siglo XIX realizada por Adolphe-Victor Geoffroy-Dechaume.