Blanca San Segundo: «Tardé ocho años en acabar la carrera. Nunca me pongo límites»
SOCIEDAD
Es la primera persona con síndrome de Down con un grado universitario en España
30 jul 2019 . Actualizado a las 09:07 h.Todo un reto de superación. Blanca San Segundo, de 30 años, acaba de convertirse en la primera persona con Síndrome de Down que finaliza un grado universitario en España. «Todavía no me lo creo», dice. La felicidad que brota de sus palabras no es poca, tiene sus motivos. Por si no fuera suficiente el hito que acaba de marcar, Blanca, además de ser graduada, ha conseguido sacarse la carrera mientras la compaginaba con su trabajo en una escuela infantil inclusiva. «Tardé ocho años en acabarla. No me pongo límites», reflexiona.
La titulación elegida fue Terapia Ocupacional, y la cursó en la Universidad Católica de Valencia. «Me gusta ayudar a las personas con discapacidad, creo que puedo entenderlos mejor porque soy muy empática, y eso es muy importante», explica. Blanca, todavía emocionada, no duda en lanzarles un mensaje de motivación: «Nosotros podemos con todo, siempre que nos esforcemos y seamos constantes».
Ella es el ejemplo personificado de sus palabras. «Salía de trabajar a las cinco y llegaba a casa y me ponía a estudiar hasta la hora que hiciera falta», comenta. Aunque la acogida que recibió por parte de profesores y alumnos fue «muy buena», reconoce que al principio se sentía un poco «agobiada» porque no sabía cómo se iba a desarrollar en la Universidad. «Las asignaturas más teóricas eran las más difíciles. Si a mis compañeros les llevaba una hora entender un texto, a mí me llevaba dos», explica. Y es que Blanca tuvo que enfrentarse a los mismos niveles de exigencia que el resto de sus compañeros. «Nunca he tenido adaptación curricular ni me han apartado de la clase», dice. Lo que sí, pide paciencia a los profesores: «Somos capaces de entender todo, pero nos llevará un poco más de tiempo que a los demás».
Blanca, que antes de hacer Terapia Ocupacional ya había cursado un ciclo de integración social, quiso hacer un Trabajo de Fin de Grado sobre la intervención del terapeuta ocasional en un aula inclusiva con niños con autismo. Y es que para ella la educación es el pilar que hace posible conseguirlo todo. Desde siempre, en su casa le inculcaron que debía trabajar duro. «Las palabras de mis padres y de mi hermano me dieron la fuerza que necesitaba para seguir adelante», dice.
«Podemos con todo siempre que nos esforcemos y seamos constantes»
Consciente de lo que significa que haya conseguido este grado universitario, es pionera en España ya que, hasta ahora, la única persona con síndrome de Down que contaba con una titulación universitaria era Pablo Pineda. Pero lo suyo era una diplomatura en Magisterio. Juntos, sientan las bases de que no existen barreras para este colectivo.
Política comprometida
Blanca, esta joven todoterreno, se animó también a participar activamente en la política para defender los derechos de su colectivo. En las pasadas elecciones de mayo ocupó el puesto 8 de la lista de Ciudadanos para el Ayuntamiento de Godella (Valencia). A día de hoy, continúa en la junta directiva, desde donde lucha por que las personas con discapacidad sean tratadas como iguales. «No nos gusta que la gente piense que somos niños pequeños o personas enfermas», sentencia. En su lugar, cree que la sociedad debería apostar por la «inclusión total», pues permite a las personas con discapacidad crecer en un entorno igualitario.
Un reto pendiente en Galicia
Desde la Asociación Down Galicia explican que en esta comunidad se han producido avances en lo referente al colectivo con síndrome de Down, pero por el momento «estamos lejos de que tengamos un graduado universitario», explica Delmiro Prieto, presidente de la asociación.