¿Está el porno educando a los adolescentes?

Tamara Montero
Tamara Montero SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

El primer contacto con contenidos pornográficos es los 14 años. Por eso, la Red Jóvenes e Inclusión pide que la educación sexual sea una materia obligatoria en primaria y secundaria

02 oct 2019 . Actualizado a las 13:53 h.

El 80 % de las y los jóvenes creen no haber recibido una educación afectivo-sexual satisfactoria o directamente no han recibido ninguna. Siete de cada diez acuden a Internet o a otras amistades para resolver esas dudas. La nueva pornografía es de alta calidad, gratuita y está siempre disponible a través de cualquier dispositivo con conexión a Internet. Y se ha convertido en la fuente primaria de educación sexual de la juventud. La edad media de inicio en el acceso a contenidos pornográficos es de 16 años en el caso de las mujeres, 15 en el de otras identidades y 14 en el de los hombres, los grandes consumidores de porno. El 87 % de los jóvenes dicen que la han visto y un 30 % se reconoce posiblemente adicto

Son algunos de los resultados del estudio que han llevado a cabo la Universitat de les Illes Balears y la red Jóvenes e Inclusión, que a través de 2.500 encuestas ha encontrado una relación directa entre el consumo de nueva pornografía y el incremento de las prácticas de riesgo y un mayor acceso a la prostitución vía reclamos en Internet. Por eso, la red de ong de infancia y juventud ha reclamado esta mañana en Santiago un modelo de educación afectivo-sexual que ponga el foco en la igualdad, el respeto a la diversidad, el fomento de la capacidad crítica y la expresión de emociones y desarrollo de afectos.

La red propone que desde la etapa de educación infantil se incorporen contenidos y estrategias para la educación emocional y para la igualdad, y que la educación afectivo-sexual se implante como materia obligatoria durante la primaria y la secundaria. Por supuesto, el profesorado también debe ser formado en estas cuestiones. Por eso, piden que el Ministerio de Educación y las consejerías competentes incluyan contenidos específicos en educación afectivo-sexual en los programas de formación permanente del profesorado de niveles no universitarios. También que los másteres de Profesorado incluyan este tipo de formación, independientemente de las especialidad, y que toda formación universitaria destinada al trabajo educativo y socioeducativo con la infancia y la juventud incluya contenidos especializados en este campo.

Otro de los puntos que destaca la red es la necesidad de mejorar las competencias de las familias a través de programas socioeducativos para que madres, padres y tutores legles puedan abordar la educación afectivo-sexual con un enfoque preventivo. También apuestan por el estudio y la valoración de opciones de control legal para contenidos pornográficos especialmente violentos, vejatorios o de riesgo, y sobre todo, seguir investigando. «Es necesario seguir preguntando a las y los jóvenes para conocer cada vez mejor causas, códigos y efectos de sus relaciones interpersonales, sexuales y afectivas».