Tangas y sujetadores volaron en el concierto de Enrique Iglesias

La Voz

SOCIEDAD

David Fernández | Efe

Los Iglesias, Preysler, Falcó, Boyer y Vargas Llosa bailaron en el regreso del cantante a Madrid después de seis años

08 dic 2019 . Actualizado a las 17:57 h.

El concierto de Enrique Iglesias este sábado en Madrid le hizo vivir otra noche apoteósica al clan Iglesias-Preysler. Después del éxito de Tamara Falcó en MasterChef Celebrity, muchos de los miembros de esa extensa familia se reunieron en el WizinkCenter para asistir a la primera actuación que el cantante ofreció en su ciudad natal en seis años.

Fue un concierto de poco más de hora y media con grandes efectos visuales y sonoros, en el que el madrileño repasó algunos de sus éxitos más conocidos, complació a algunas de sus fans más entregadas y estuvo rodeado de numerosos rostros famosos, entre ellos una buena representación de los Iglesias, Preysler, Falcó, Boyer, Vargas Llosa y todos los apellidos que confluyen en esta familia.

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De negro y con su inseparable gorra, el hijo de Julio Iglesias arrancó el concierto con Move to Miami, con los brazos abiertos, seguido de I'm a Freak y también acompañado por esos sellos tan personales como acercar la mano a la oreja y agarrar el micrófono con ambas manos, según informa Pilar Martín para Efe. Fue a la quinta canción cuando llegaron los ritmos latinos y las letras en castellano con Duele el corazón, un tema con el que el público se lanzó a hacerle los coros cantando eso de «si te vas, yo también me voy...».

Enrique Iglesias tiene una gran corte de seguidores -aunque su voz no sea poderosa y arrase más en Estados Unidos y Latinoamérica- y llenó el WizinkCenter de público de distintas generaciones y de distintas nacionalidades, informa Europa Press. Parejas, grupos de amigas y amigos, y familias al completo bailaron al son del hijo de Isabel Preysler y Julio Iglesias.

Solo con salir al escenario la gente ya se entrega, se embriaga con verle, y en el momento que suena la música ya el público comienza a cantar, sin importarle que el efecto reverb suene más que su voz. La pareja de Anna Kournikova, con quien se ha convertido en padre de dos hijos, sabe dar juego en el escenario y no dudó en acercarse a su público, que le tiró tangas, sujetadores pañuelos y hasta una camiseta de la selección española de fútbol grabada con el número 7 y su nombre en la espalda.

La fan que le tocó el trasero

Las y los seguidores enfervorecidos no dejaban de tocarle y de intentar besarle y dos señoras vivieron un momento que fue la envidia de muchos de sus seguidores. En la pasarela central que unía los dos escenarios, Enrique hizo las delicias de una fan italiana, Patricia, que bailó y abrazó a su Hero y hasta le tocó el trasero, incitada por el propio cantante. Finalmente hubo incluso beso apasionado con esta seguidora italiana, algo con lo que bromeó Iglesias, ya que estando en Madrid sacó a bailar a una persona de fuera del país. Patricia, que lucía una camiseta del artista, no podía estar más emocionada.

Pero si los fans jalearon al vástago de Julio Iglesias, más lo hizo su madre, Isabel Preysler, orgullosa de su hijo. La reina de corazones no se pierde ninguno de sus conciertos cuando actúa en Madrid y esta vez todo el clan se sumó como una piña. El público los jaleó casi tanto como a su propio ídolo y los convirtió en estrellas de la noche. «¡Isabel, guapa!», gritaba el público. Madre e hijas no dudaron en saludar y hacerse fotos con los admiradores del cantante.

Isabel Preysler lo dio todo, de pie todo el tiempo, bailando y aplaudiendo junto a Mario Vargas Llosa, que también acudió a la cita de Enrique Iglesias. Hasta el premio Nobel se levantó de su asiento para animarse cuando sonó el popular tema Bailando, esta vez en una versión más rítmica y aflamencada a golpe de tambores. El tenista Fernando Verdasco -casi mimetizado con su cuñado Enrique- y Ana Boyer también disfrutaron del concierto en su segundo aniversario de boda. De lo más cariñosos no dudaron en hacerse fotos con los fans y ellos mismos inmortalizaron el momento.

Tampoco podía faltar la ganadora de Masterchef Celebrity, Tamara Falcó. Ni Boris Izaguirre, amigo íntimo de la familia. Allí estuvo también Samantha Vallejo-Nágera, la jueza del concurso, junto a su hijo Roscón, que bailó para Enrique Iglesias en el backstage. Allí, el cantante también se hizo fotos con otros seguidores famosos, como los futbolistas del Real Madrid Luka Modric y Raphael Varane.

Tampoco se perdieron la fiesta sus hermanas por parte de padre, las gemelas Cristina y Victoria Iglesias. Las hijas de Julio Iglesias y Miranda Rijnsburger saludaban nada más llegar a la «tía Isabel» y al resto de la familia de lo más cariñosas. Junto a ellos, tíos, primos y otros miembros de esta extensa familia.

Cristina y Victoria, que están de paso por Madrid después de haber asistido hace unos días a su presentación en sociedad en el selecto baile de debutantes de París, también se pasaron ayer antes del concierto por el restaurante Tatel, del que Enrique Iglesias es socio junto a Rafa Nadal.

Sin duda, una noche muy especial, que se cerró con una lluvia de grandes globos blancos y que los fans y la familia guardarán en el recuerdo.