Rocío Flores, nieta de Rocío Jurado, fue condenada por pegar a su madre

C. Aldegunde REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

A la izquierda Rocío Carrasco y a la derecha su hija, Rocío Flores
A la izquierda Rocío Carrasco y a la derecha su hija, Rocío Flores

Se desvelan las causas de la inexistente relación entre madre e hija, que no se hablan desde hace años

25 feb 2020 . Actualizado a las 17:17 h.

Durante los últimos años se ha hablado mucho sobre Rocío Carrasco y Rocío Flores, que llevan sin hablarse siete años. Ni una llamada de teléfono. Ni siquiera Rocío y David fueron a la boda de su madre con Fidel Albiac. Nada. Primero ella y cuando cumplió la mayoría de edad él, ambos se marcharon a vivir con su padre a Málaga, rompiendo toda relación con su progenitora. La joven, que esta noche salta del helicóptero para aterrizar en la isla de Supervivientes, no quiso tratar el tema cuando Jorge Javier Vázquez le preguntó en las galas de GH VIP 7 en las que acudió a defender a su padre. 

Rocío Carrasco por su parte intenta mantenerse alejada de la polémica. No habla, no responde a ningún tipo de pregunta, ni tan siquiera deja a sus amistades que la defiendan en los platós a los que acuden y se trata el tema. Lo han dicho en varias ocasiones Terelu Campos y Carmen Borrego, Rociíto les ha pedido que no entren en polémicas por esta causa. Lo mismo que Belén Rodríguez, cuya salida de Sálvame coincidió prácticamente con la llegada de Antonio David Flores como colaborador. 

Hace unas semanas presentó el musical sobre su madre en una rueda de prensa y no pudo evitar las preguntas sobre su vida personal. «El que calla está callado porque ha decidido estar callado hasta que deje de estarlo y decida hacer lo contrario», respondió a las preguntas referidas a su vida privada, recalcando algo que siempre lleva haciendo desde los últimos años: «No he hablado nunca de relaciones materno filiales ni de personas de mi vida que han estado en el pasado. No lo he hecho ni lo voy hacer ahora», según recoge la revista Semana. Y sobre la participación de su hija en el reality de Mediaset, bromeó diciendo: «Solo veo Netflix. ¿Eso lo echan en Netflix?».

Rocío Flores
Rocío Flores

Justo el día en el que comienza Supervivientes, Vanitatis desvela el auto del juez en que se recoge lo ocurrido en casa de Rocío Carrasco el 27 de julio del año 2012, unos hechos que terminaron primero con la intervención de la Guardia Civil y más tarde ante el Juzgado de Menores número 4 de Madrid. La intervención de la Guardia Civil no es una novedad, hace tiempo que se habló de ello, y también de que la había provocado un altercado entre madre e hija. Pero es ahora cuando se explica lo qué realmente ocurrió. El portal ha tenido acceso a la sentencia que dictó el magistrado tras juzgar los hechos y publica lo que habría ocurrido para terminar con una madre y una hija que no tienen relación. «Le propinó varios golpes, llegando incluso a tirarla al suelo, para posteriormente seguir golpeándola, dándole varias patadas», dice la sentencia, situando la escena a las ocho de la mañana y siendo Rocío Flores la agresora y Rocío Carrasco la víctima. «Sufrió policontusiones con equimosis en la región frontal derecha, con edema en ambas muñecas, en muslo derecho, en el antepié derecho y un hematoma en el segundo dedo del pie derecho, para cuya curación únicamente precisó de una primera asistencia facultativa y de las que tardó en sanar ocho días, uno de los cuales estuvo impedida para el ejercicio de sus ocupaciones habituales», añade el documento.

Al parecer la menor salió de la casa corriendo y se subió en el coche que iba a llevarla al colegio donde estaba yendo a clase para intentar aprobar las asignaturas pendientes en septiembre. «Muy nerviosa», según cita Vanitatis, le pidió al chófer que la llevase al cuartel de la Guardia Civil, pero este se negó. Finalmente la llevaría su padre, Antonio David Flores, para interponer una denuncia contra su madre en la que finalmente fue ella la condenada. El portal asegura que ha tenido acceso a 2.000 folios de documentación sobre este caso, que irá desgranando próximamente. 

Rocío Carrasco y Antonio David Flores, veinte años de juicios

El 31 de marzo del 1996 una jovencísima Rocío Carrasco se casaba con Antonio David Flores, un guardia civil de Málaga. Su embarazo había apresurado los preparativos y con solo 18 años y ante la mirada preocupada de su madre Rocío Jurado y su padre, Pedro Carrasco, la joven se disponía a formar su propia familia. Pero el amor duró poco, casi tan poco como duró la carrera como agente de Antonio David Flores, que terminaría fuera del cuerpo por quedarse con el dinero de unas multas.

El divorcio llegaría poco después del nacimiento de su segundo hijo, David, en el 2001. Y a partir de ahí las versiones de lo ocurrido se bifurcan por lados opuestos. Unos hablan de la intromisión de la familia de Rocío Carrasco en el matrimonio, otros de las infidelidades de Antonio David, incluso Rocío Carrasco llegó a denunciar por malos tratos a su exmarido, una demanda que fue desestimada por el juez. Aún hay litigios abiertos por pensiones alimenticias. Una guerra que no termina, y que parece que lejos de finalizar, va camino de recrudecerse cada vez más, platós de televisión mediante. 

La caída en desgracia del clan de Rocío Jurado tras su muerte

El caso de la familia de Rocío Jurado es el claro ejemplo de las familias en las que el nexo de unión es la matriarca. En este caso, la artista era la amalgama para mantener unidos a su hija, su segundo marido, los dos pequeños que adoptó junto a él y sus hermanos y sobrinos. Pero la paz en la casa de La Moraleja en la que la tonadillera anunció en una rueda de prensa en chándal que sufría cáncer de páncreas, saltó por la ventana poco después de su muerte. Desde entonces los lazos que unían a los suyos se resquebrajaron por completo, provocando además la caída en desgracia de parte de ellos. El detonante de todo fue la herencia y a partir de ahí llegó el resto. Rocío Carrasco quedó como heredera universal, tanto de los derechos musicales como de buena parte de sus pertenencias personales, además de varias propiedades. Sobre su hogar en La Moraleja el testamento obligaba a venderla en un plazo de dos años y el dinero se repartió entre sus tres hijos, Rocío, José Fernando y Gloria Camila. También dejó una finca para sus hermanos, además de otras propiedades. 

Pero nada salió como lo planeaba Rocío Jurado. A las trifulcas en el mundo del corazón, se sumaron los problemas para Ortega Cano, que terminó en la cárcel por matar a otro conductor cuando conducía borracho y las adicciones de su hijo Jose Fernando, por la que también tuvo que entrar en prisión. Amador Mohedano y Rosa Benito se rindieron al dinero fácil de la televisión, participando en realities y aireando los trapos sucios de su divorcio

Pero una de los problemas con los que más sufriría son con los de su hija Rocíito y sus nietos, que no tienen relación desde hace años. Algunos afirman que a la artista nunca le gustó Fidel para su hija, pero finalmente con él logró un retiro mediático por el que siempre luchó, aunque muchas veces resulte imposible porque siempre hay alguien que hable de ella y de su familia. La vuelta a la televisión de Antonio David Flores de la mano de su hija Rocío Flores, la colocó de nuevo en el disparadero mediático. Periodistas del corazón hablan de las presiones que el matrimonio Albiac Carrasco habría ejercido en algún momento para que no se hablase de ello, pero lo cierto es que al final no han servido para mucho. 

Lo cierto es que Rocío Carrasco, por los motivos que sean, ha terminado refugiada en su marido y el clan Campos (considera a María Teresa Campos y a sus hijas Terelu y Carmen como una segunda madre y hermanas), junto a la amistad entre otras televisivas de Alba Carrillo y Belén Rodríguez, sin relación prácticamente con el resto de su familia. Frente a ella, el resto de su familia apoya de forma incondicional a Antonio David Flores y sus dos hijos, Rocío y David, con Amador, Rosa Benito (aunque no siempre), y Ortega Cano y sus dos hijos Gloria Camila y José Fernando, y la viuda de Pedro Carrasco a su lado.