Cada día, a las siete de la tarde, los hermanos Diego y Alberto Maceiras ofrecen miniconciertos con temas «épicos» y «motivadores» en el patio del Edificio Perlío
20 mar 2020 . Actualizado a las 13:52 h.Los vecinos del Edificio Perlío de Fene, situado justo encima del economato de Navantia, son unos suertudos. Allí, el tedio del confinamiento por el coronavirus no solo se combate preparando bizcochos, echando mano de juegos mesa o haciendo maratones de series, sino también con mucha música en directo. Y de la buena. Resulta que en el segundo piso del inmueble vive el acordeonista Diego Maceiras, mientras que en el cuarto reside su hermano, el saxofonista, zanfonista y gaiteiro Alberto Maceiras, y a estos dos amantes de la musica no se les ha ocurrido nada mejor que levantar el ánimo de sus vecinos mediante lo que ellos ya han bautizado como los «Concertos no Edificio Perlío». «Comenzamos o pasado luns tocando o Bella Ciao, o famoso himno da resistencia italiana, e A Rianxeira, e como á xente parece que lle divertiu a cousa, decidimos seguir coa experiencia tocando dous ou tres temas cada día», explica Diego Maceiras, quien junto al gaiteiro Daniel Bellón integra el aclamado dúo de música tradicional gallega BellónMaceiras y dirige la escuela de música del mismo nombre en Fene.
Los conciertos tienen lugar todos los días, a las siete de la tarde. Diego toca el acordeón en el patio trasero de su casa, mientras que su hermano Alberto le acompaña al saxofón asomado a la ventana de su piso del cuarto, donde vive con sus padres. «¡É que o de sacar a zanfoña ou a gaita pola fiestra estaba un pouco máis complicado!», bromea Alberto, quien junto al mediano de los tres hermanos, Óscar, el percusionista de la familia, forma parte del grupo Encrucillada.
Sin forma de poder ensayar juntos antes de cada actuación y echando mano solo de las miradas para coordinarse, Diego, desde el patio, y Alberto, en las alturas, se las han ingeniado para involucrar a los vecinos en una especie de «repichoca confinada» diaria en la que ellos tocan, mientras que el resto los acompaña haciendo palmas, cantando... «Ou tocando as cunchas», como hacen los hijos pequeños de Diego: Nicolás, de seis años, y Martiño, de tres.
«Facemos isto por diversión, por pasar o rato o mellor posible, e tamén por levantar o ánimo da xente. A música ten un punto de unión que resulta moi bonito e incluso pode chegar a emocionar», dice Diego Maceiras.
En cuanto al repertorio, los vecinos del Edificio Perlío no se pueden quejar, porque los dos hermanos no solo tocan lo que ellos quieren, sino que están abiertos a todo tipo de sugerencias. Según explica Alberto, además de grandes hits de la música tradicional gallega como A muiñeira de Chantada y temas «épicos» y «motivadores» como I will survive, de Gloria Gaynor, o Resistiré, del Dúo Dinámico, estos días también han interpretado, a petición de sus vecinos, canciones infantiles como Susanita tiene un ratón o el famoso Baile de los pajaritos de María Jesús.
Los «Concertos no Edifico Perlío», que se celebran a diario bajo el lema Con música aguantamos mellor, duran entre diez y quince minutos, «non máis -advierte Diego- porque tampouco é cuestión de cansar aos veciños». Como si a alguien le pudieran molestar sus píldoras musicales. Seguro que no. Todo lo contrario.
Por lo demás, los dos hermanos dicen llevar bien el confinamiento. Alberto asegura que tiene un carácter muy «tranquilo», lo que le ayuda mucho, mientras que Diego está aprovechando el tiempo para trabajar en un proyecto que le hace mucha ilusión. «Xunto a meu compañeiro Daniel Bellón, imos sacar un libro coas partituras das composicións propias do noso grupo».
