Ana Obregón se despide de su hijo Álex: «Viéndote sufrir sin una queja ha sido la lección de vida más cruel que una madre puede soportar»
SOCIEDAD
Obregón ha escrito un emotivo texto en Instagram para agradecer las miles de muestras de apoyo
31 may 2020 . Actualizado a las 09:27 h.Ana Obregón se ha despedido de su hijo Álex Lequio, que el pasado día 13 falleció a los 27 años víctima de un cáncer, en la red social Instagram. Con una publicación muy emotiva, Obregón ha decidido romper su silencio y compartir el peor momento de su vida para agradecer los miles de mensajes de apoyo que la familia ha recibido estas últimas semanas, en los que se ponían de manifiesto el cariño y la admiración que despertaba el joven Lequio.
«Mi querido Hijo, sé que nunca te ha gustado que hable de ti públicamente, perdóname, me lo pide el corazón y ahora que tengo un poquito de fuerzas tenía que agradecer los cientos de miles de mensajes de cariño y admiración hacia ti. Tus primeras palabras fueron : “yo solito” antes que papá y mamá. Y tú solito has querido vivir una vida discreta, sin protagonismos a pesar de tus padres famosos.
Te has ganado a pulso el cariño de todos los que te conocieron; primero en el colegio, luego en la Universidad con la beca que conseguiste para estudiar en Estados Unidos que culminaste en tu regreso a España creando una empresa de éxito con 24 años. Hasta que un día apareció la palabra “cáncer“ en nuestras vidas.
Así empieza el escrito la presentadora y actriz, conocida especialmente en los 90 por el exitoso concurso Qué Apostamos. Álex, hijo fruto de la relación que mantuvo con el aristócrata italiano habitual de la prensa rosa, Alessandro Lequio, ha sido un pilar fundamental en la vida de esta famosa televisiva, que se despedía de su hijo recientemente.
Has luchado valientemente dos años contra esa maldita enfermedad con una sonrisa, colaborando con fundaciones, ayudando y animando con tu sentido del humor a todos los que también la padecían. Te convertiste en su ejemplo. Demasiado noble, generoso, solidario, único y grande para caber en este mundo.
Mi guerrero de la eterna sonrisa a pesar de los dolores, meses de hospitalización, y sufrimiento.
Obregón, que ya planea un verano junto a sus padres para superar este duro trance, ha procurado siempre mantener a Álex lejos de los paparazzi, aunque en los últimos años siempre ha alabado públicamente, al igual que hace ahora con estas palabras, la lucha que su hijo mantuvo contra el cáncer.
Para mí ha sido un honor estar a tu lado de la mano en esta batalla sin descanso, pero también viéndote sufrir sin una queja ha sido la lección de vida más cruel que una madre puede soportar.
Tu viaje ha roto el corazón de toda España porque en vida has brillado TU SOLITO como decías de pequeño.
Ahora brillas en la eternidad iluminándonos para siempre.
Sé que desde ahí arriba quieres agradecer tantos miles de mensajes de amor y admiración inesperados para ti pero que te ayudarán a tu largo viaje.
¿Qué puedo decirte hijo?
Que eras /eres mi vida y ahora ya no hay nada.
Que perder un hijo es morir y tener la obligación de vivir.
Y tú querías vivir, casarte algún día y tener 5 hijos. Muchas noches en el hospital pedimos juntos a Dios que te curara y no nos hizo ni caso.
Ahora solamente le pido que pueda volver a abrazarte muy pronto porque te echo insoportablemente de menos.
Mi Aless, ha sido y es un verdadero privilegio ser tu madre.
Te quiero desde siempre y para siempre. Eternamente. Mamá
#GRACIAS»
Los difíciles momentos de la familia Lequio han coincidido con el estado de alarma que vive nuestro país, que obligaron a despedir a Álex con una ceremonia íntima, a la que asistió Carolina Monje, la novia del joven. Convivió con él hasta el momento de su fallecimiento en Barcelona, y acudió, rota de dolor, a recoger sus enseres personales a la vivienda que compartían. El avance agresivo del cáncer que padecía Álex, pese a que nunca tuvo buen pronóstico, ha unido ahora más que nunca y pese al trágico fallecimiento de su hijo, a Ana Obregón y Alessandro Lequio. Al igual que Carolina, han dejado patente su dolor últimamente por la pérdida.