Desde Tarragona, el grupo de investigación de Ciara O' Sullivan mantiene estrecho contacto con Galicia
07 jul 2020 . Actualizado a las 16:59 h.El equipo de investigación liderado por la profesora Ciara O'Sullivan (que lleva veinte años en España) en la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona trabaja en el desarrollo de nuevos test de diagnóstico del SARS-CoV-2 causante del covid-19, uno de los proyectos para los que el Ministerio de Ciencia e Innovación, encabezado por Pedro Duque, ha dedicado una partida presupuestaria, por medio de una financiación del Fondo Covid, que gestiona el Instituto de Salud Carlos III.
El grupo de trabajo de Ciara O'Sullivan, que llegó a estar compuesto por unas cuarenta personas y mantiene estrecho contacto con investigadoras gallegas, como la ourensana Eva Poveda, Bióloga del Instituto de Investigación Sanitaria de Vigo, busca conseguir un test de bajo coste de producción (apenas un euro) que, por medio de una leve incisión para obtener una gota de sangre, ofrezca al cabo de unos cuatro minutos por medio de una gama de colores, si el paciente ha pasado el covid-19 y qué grado de inmunidad posee.
El test mostrará si el ciudadano es infeccioso o si tiene la infección por medio de la detección de las inmoglobulinas IgG, IgM e IgA, una vez que se supere la fase inicial de cuatro días (en los que se recomienda el uso de PCR) y será una herramienta útil para realizar un screening o cribado de la población por grupos de riesgo. A este nivel de fiabilidad existen menos de media docena de test en todo el mundo.
España aspira, por medio de este proyecto, a ser autosuficiente en la fabricación de estas pruebas. También aspira a fabricar reactivos propios (la proteína Spyke y la nucleocápside, que se combina con el ARN del virus). «Utilizamos un marcador que mejora la sensibilidad para detectar niveles de antígenos más bajos, y además reducimos los costes notablemente. No tener reactivos propios fue uno de los problemas en plena pandemia, además de lo complicado que resultaba obtener muestras, paradójicamente», explica O'Sullivan, que no descarta que el test acabe llegando a las farmacias, aunque no es su meta inicial.
Comenzaron el 27 de abril, esperaban tener test validados en 90 días desde esa fecha, momento en el que transferirán la tecnología a la empresa encargada de la producción masiva. O'Sullivan concluye: «Tenemos que estar preparados, por si hay rebrotes. El esfuerzo de una vacuna tiene que ser internacional, pero en España hay muy buenos investigadores, a pesar de los recortes que afectan a todo el planeta».