El último peldaño antes de la libertad

Pablo Gómez Cundíns / Carla Elías / X. M. Rodríguez / M. García / López Penide / A. López REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Galicia accede a la fase 3, que alivia las restricciones pero libera pocas actividades nuevas

08 jun 2020 . Actualizado a las 20:43 h.

Galicia se dispone a subirse al último peldaño antes de alcanzar la llamada «nueva normalidad». La fase 3 de la desescalada apenas concede permiso para desarrollar nuevas actividades, situación que se demora hasta, al menos julio, pero ofrece un alivio sobre las restricciones establecidas para acciones que llegaron a estar vetadas, como la movilidad interprovincial.

Teniendo en cuenta que el estado de alarma se prolongará hasta el domingo 21 de junio y que se espera un real decreto que detalle ciertos aspectos futuros (el martes o miércoles), el alivio más importante en este sentido es el de la eliminación de las franjas horarias para toda la población, de manera que el único grupo que todavía tenía restricciones para sus paseos y prácticas deportivas, el de los mayores de 70 años, podrá ahora aprovechar para ello toda la extensión de la jornada.

Entre las actividades ahora permitidas se encuentra el ocio nocturno (discotecas) con un tercio del aforo y sin uso de la pista para baile, sino para mesas. También la propia de los guías turísticos, que no estaba contemplada en toda la desescalada. Regresan los locales de apuestas, casinos y similares, con el aforo limitado a la mitad. Los seminarios científicos podrán volver a desarrollarse, aunque con afluencia controlada.

Consumo en la barra del bar

Podrán ampliar la ocupación de su aforo de una forma notable no solo los establecimientos hosteleros (que ya podrán utilizar la barra), sino también los comerciales. En Galicia, los furanchos han visto ampliada su temporada.

Las bibliotecas y museos podrán acoger actividades culturales y espectáculos y los congresos de hasta ochenta participantes serán permitidos. El ocio acuático también podría verse incrementado.

Estas medidas también han provocado que actividades que ya tenían permitido su regreso en la fase anterior se animen ahora a confirmarlo, como es el caso de las salas de cine y gimnasios de gran tamaño. Los campamentos infantiles, que ya han mostrado indicios de reanudación desde hace días, perfilarán sus condiciones de participación en breve.

BASILIO BELLO

FERNANDO RODRÍGUEZ - DISCOTECA SOCO (VIMIANZO)

«A norma cambia seguido»

Desconcierto. Eso es lo que sentía Fernando Rodríguez pocas horas después de que el BOE publicase la norma que le permite reabrir su discoteca, aunque con limitaciones. «Como cambia tan seguido xa non fago caso da norma ata que sei que é a definitiva», lamenta.

«Abrirei con tódalas medidas necesarias, incluido un termómetro na porta, porque a seguridade sanitaria está por enriba de todo. É prioritario, temos que ser profesionais e conscientes diso, pero tamén as autoridades deben respaldarnos e a xente ten que ser responsable», analiza.

Fernando gestiona la sala discoteca Soco en Vimianzo y también la cervecería homónima en la capital de la Terra de Soneira. «O negocio non pode estar parado. O caso é que vaian dando marxe e que se vaia aumentando. Eu prefiro abrir incluso coas restriccións», explica.

Soco suele albergar espectáculos y actuaciones de todo tipo. «Xa tiña contratados e medio pagados moitos, porque a programación hai que pechala por adiantado, case dous ou tres meses», asegura.

Piensa que «a xente ten ganas, pero tamén ten medo» por lo que confía en el músculo de su sector. «O ocio nocturno sempre funcionou», avanza.

Fernando Rodríguez ya se puso manos a la obra desde el inicio del estado de alarma para ir adaptando su discoteca a la prevención de contagio del virus, de modo que ahora dará los últimos toques en los días que le quedan hasta la apertura (el próximo fin de semana). «A cerxecería sempre mantivo o servizo a domicilio de comida, pero abrimos aínda na fase anterior», concluye.

 

Santi M. Amil

LUIS ANTONIO VÁZQUEZ RODRÍGUEZ - MAYOR DE 70 AÑOS (OURENSE)

«El miedo nos lo han metido en el cuerpo»

Camino de los 88 años, el ourensano Luis Antonio Vázquez Rodríguez mantiene la actividad y la lucidez que siempre lo caracterizaron. Aprovecha las franjas horarias todo lo que dan de sí y no perdona, ahora que ha reabierto la sociedad y ya se puede asistir, la tertulia diaria en el Liceo.

Tiene las ideas claras y la estrategia perfectamente asimilada: «Hay que ser precavido y cumplir las normas que nos van a beneficiar. Mascarilla, lavarse las manos y distancia de seguridad son incuestionables», dice al tiempo que calcula a ojo la distancia y apunta que igual deberíamos estar más separados.

Reconoce Luis Antonio Vázquez Rodríguez que nos pilló el toro. «Nos sorprendió a todos. Estábamos todo el tiempo diciendo que los italianos eran unos exagerados y, de repente, lo tuvimos encima». Contra lo que pudiera parecer, por su actividad en el día a día, no le causó mayores contratiempos el confinamiento. «No me costó demasiado porque escuchaba música, leía libros y paseaba por casa lo que podía. Mi mujer y yo nos encerramos y no tuvimos contacto con el exterior. A nuestra edad lo lógico es que tengas miedo, no es como los jóvenes que tienen más defensas y resistencia, por eso salen y pasan de todo», precisa.

Mientras las últimas palabras se disuelven con el café, Luis Antonio Vázquez Rodríguez asevera con firmeza: «El miedo nos lo han metido en el cuerpo. Nos robaron la primavera, y a lo mejor el año, y a nuestra edad eso es mucho tiempo. No para esos chicos, como le dije antes, pero sí para nosotros». Las franjas horarias las ha estirado para disfrutar de la libertad recuperada —«sales por la mañana, te tomas un café, y si en lugar de dos horas son un poco más, pues bueno»—. El nuevo escenario lo ve complicado, él que sigue pendiente de su gasolinera y de algunos alquileres.

«Del virus vamos a salir, pero la deriva va a ser espantosa. Podremos movernos sin limitaciones horarias, pero el consumo no va a ser el de antes y al comercio lo veo muy mal. La restauración tampoco va a vivir buenos tiempos y lo de la playa va a ser terrible. Nos quedan dos años de restricciones importantes», señala.

Sandra Alonso

 Ramiro Ledo - salas de cine Numax (SANTIAGO)

«Abrimos por gañas e obriga co público»

En la sala Numax, de Santiago, decidieron adelantarse a la fecha en la que la mayoría de los cines estiman regresar, en torno al 26 de junio, y el proyector se encenderá ya este viernes, día 12, con Noite de estrea, de John Cassavetes, en la cartelera. «Entendemos que isto permitirá que a xente perda o medo antes a ir ao cinema», explica el responsable de la sala de cine, Ramiro Ledo. Añade que, al estar ya abierta la librería del local desde el pasado 11 de mayo, «hai moita xente que nos pregunta por el, que o bota a faltar, principalmente, o público aboado e a xente que vén máis a miúdo. Entón, abrimos polas gañas que temos e tamén pola obriga de responder ao noso público sabendo, ademais, que vamos a cumprir todas as normativas e protocolos».

En las últimas jornadas, precisamente, desde la sala compostelana están con los preparativos para tener todo listo para la reapertura. A la señalización y colocación de mamparas, entre otros elementos, unieron cambios en los filtros de renovación del aire —que ya cumplían las exigencias de Sanidad— por otros todavía mejores. «Abrimos o antes que podemos», dice Ledo.

En las primeras jornadas de reapertura, la intención es animar a la gente a que acuda «facéndolle ver que o cinema é un espazo seguro, tan seguro como do que máis». Precisamente, en esta etapa inicial del regreso y con solo la mitad de su aforo permitido —un total de 35 personas en asientos alternos— programarán solo una sesión al día.

M.MORALEJO

 José Luis Videira - Furancheiro

«Tenemos las mismas medidas sanitarias que en la restauración»

Cuando ya se cuentan las horas para que Galicia se adentre en la fase tres de la desescalada, José Luis Videira, presidente de la Federación de Furancheiros, Loureiros e Viticultores de Pontevedra, abrió las puertas del suyo este mismo viernes. Y lo hizo preocupado por el hecho de que la Administración autonómica no atienda sus reivindicaciones: «Pretendemos que agosto sea considerado, como julio, una excepcionalidad. La mayoría de furanchos abren entre marzo y junio, por lo que pedimos que se habilite a los concellos para que autoricen en agosto también. No pedimos poder abrir en julio o agosto para que todo el mundo pueda vender más vino, sino que los alcaldes tengan la potestad de regular esta posibilidad».

Entiende que las ventas de los furanchos suponen «una pequeña ayuda, un complemento» para las familias del rural, toda vez que solo pueden comercializar el excedente de vino durante solo tres meses al año. El problema con el que se encuentran muchos furancheiros es que no podrán cubrir la totalidad de estos tres meses —«a las familias que abran ahora solos les queda mes y medio, y eso en el caso de que puedan hacerlo hasta el 31 de julio»—, lo que se suma a las restricciones de movilidad sufridas: «Si tenías la suerte de tener la viña cerca de casa o disponer de movilidad, pudiste atenderla. Hay muchos compañeros que no pudieron ir y son los meses más delicados para la uva».

En cuanto a las medidas de seguridad sanitaria adoptadas, José Luis Videira remarca que son «las mismas que están en restauración. Mesas separadas dos metros, geles hidroalcohólicos y voy a poner carteles para que la gente procure estar dentro de su zona».

Xulio Vázquez - guía turístico

«Mi primera ruta guiada será una salida de senderismo por la zona natural de Ares»

Xulio Vázquez reconoce tener ya el «gusanillo» de volver a su trabajo. Es guía turístico y con el cambio de fase puede comenzar a retomar su actividad. «Empiezo el domingo 14 con una ruta de senderismo que va a organizar el Concello de Ares. Suelen realizar esta salidas cada año y están enfocadas tanto a dar a conocer el patrimonio del municipio como para realizar la actividad deportiva. Esta va a ser por la zona natural de Ares hacia punta Segaño, donde embarrancó el famoso barco», explican el guía de la empresa Secret Galicia. Realiza rutas guiadas por la comarca, Galicia y España. «Soy guía oficial de Galicia, programo actividades en Ferrolterra pero también salgo de aquí acompañando a grupos que visitan otras zonas del país», comenta.

La crisis sanitaria afectará al desarrollo de su trabajo con la obligatoriedad de llevar mascarillas e hidrogel, además del inconveniente de no poder dar las explicaciones a menos de dos metros de cada turista, algo difícil, reconoce, en muchas situaciones, como en ciudades abarrotadas. «Con el covid la Xunta ha dotado de medidas para que en ciertas actividades como son las rutas turísticas no haya intrusismo dentro del sector, y tengan que ser realizadas por guías titulados, ya sea de naturaleza u oficiales», señala.

Óscar Caruncho - rutas cedeira

«Hasta julio no merece la pena empezar»

Hace un año, Óscar Caruncho amplió la actividad de su empresa de ocio náutico Rutas Cedeira, con la que alquila kayaks e hidropedaletas, organizando salidas al mar en una embarcación de recreo para dar a conocer los acantilados de la zona desde el agua. «Si ya son bonitos desde tierra, desde mar impresionan mucho más», reconoce Caruncho. Una oferta turística que podría empezar a ofrecer desde este lunes con el cambio de fase. No obstante, reconoce que este mes seguirá sin actividad. «Empezaremos a partir del 1 de julio, no compensa abrir antes. Trabajamos con el turista que viene ahí hasta septiembre», señala. Así, también, gana tiempo para ver cómo evoluciona la norma y si llega el turismo a la villa.

Al tener su base en Cedeira, el turismo que se prevé para este verano puede ser su gran aliado. «Esperemos que sea así. Peor hay mucha gente que tiene miedo y no viene con el ánimo de hacer actividades. Yo tengo efe en que vendrá mucha gente de fuera, es importante para estos pueblos pequeños. Es donde está un poco más la tranquilidad de toda esta crisis», detalla. Además de la empresa de Rutas Cedeira, Óscar también gestiona un pequeño hotel en la villa, Praia Madalena, que hospedará a sus primeros turistas el 23 de junio. «Tengo pensado abrir la noche de San Juan. Me están entrando muchas reservas para julio, agosto y septiembre», señala Caruncho.

 

OSCAR CELA

antonio ibáñez - avifauna (Outeiro de rei)

«Pedimos dinero para alimentos»

Antonio Ibáñez es uno de los cuatro socios que mantienen vivo el parque ornitológico Avifauna en Outeiro de Rei. Tiene claro que el próximo fin de semana abrirán las puertas del centro zoológico. «Aquí el aforo no va a ser un problema. El parque ocupa tres hectáreas, al ser un lugar al aire libre hay sitio de sobra para que la gente pueda andar por ahí sin aglomeraciones. Nunca las hay» se lamenta. Asegura además que «tenemos protocolos puestos en marcha en la época en la que surgió la gripe aviar que ya son muy estrictos».

Avifauna es un parque ornitológico orientado sobre todo a la educación de los más pequeños que cuenta con unas 600 aves de 250 especies, algunas en peligro de extinción, que viven en condiciones casi naturales. Ibáñez y otro de los socios dedicaron la cuarentena a labores de limpieza y mantenimiento que en otro momento —no cierran en ninguna época del año— resulta muy complicado.

Aunque están abiertos todo el año, reconoce que en invierno las visitas se cuentan con los dedos, de hecho, «nosotros no facturamos desde octubre. Para alimentar a los animales y pagar las facturas tuvimos que pedir un crédito» asegura. Resignado reconoce que «cuando esto empiece a funcionar de nuevo intentaremos pagarlo si entra dinero y si no, cerraremos». La suerte que tuvieron, asegura, es que cuando vieron lo que pasaba en Italia hicieron un pedido en Francia de piensos de frutas e insectos, que no habría llegado una vez decretado el estado de alarma y que es imposible conseguir en Galicia. «Nosotros sí que fuimos previsores», dice.